Khong, como Branyas, se mantiene completamente lúcida y también cuenta con el apoyo de su familia, la vietnamita mucho más extensa. Eso sí, mientras la catalana se encuentra en una residencia de personas mayores, la asiática reside desde 2014 en Dong Nai con su segunda hija, rodeada de una descendencia que se estima en más de 150 personas.
Recomendaciones
A la mujer de supuestamente 119 años sí le gusta presumir de sus hábitos. Habla de las tres porciones diarias de gachas de avena que come de manera habitual y de la "bebida de nido de pájaro", una especialidad del sudeste asiático elaborada hirviendo los nidos de vencejos en agua, que degusta con deleite.
Branyas no cree en dietas milagrosas. Sí toma bastante yogur, pero asegura que su longevidad es más fruto de la suerte y una buena genética, que de ningún producto.
Tranquilidad y rivalidad
En lo único que ambas coinciden es en la importancia de llevar una vida tranquila. Eso es fundamental, aunque los tiempos cada vez lo ponen más difíciles.
Sea como sea, esa tranquilidad parece acabada. Khong quiere arrebatarle el puesto a Branyas. El tema está en sí podrá probarlo. Claro que el logro de ambas de llegar a 117 y 119 años es admirable.