Con la Navidad llega la época de los dulces más increíbles, ¿pero qué hay del mientras tanto? Uno tiene que seguir comiendo y buscarse la vida, por eso no está de más un buen croissant.
En un pueblo del interior de Cataluña se elabora este producto básico de la bollería que, a pesar de venir de Francia, ya se ha instaurado en todo el mundo. Claro que aquí lo hacen de una manera pocas veces vistas.
El más grande
Los obradores de Cal Girona se han vuelto célebres en todo el territorio por hornear el croissant más grande de toda Cataluña. Sus medidas hablan por sí solas: mide hasta 70 centímetros de largo, en función del día, y pesa un kilo.
A diferencia de los ya míticos croissants gigantes de Castellar de n'Hug, estos pasteleros de Manresa han decidido ir más lejos y no hacer el típico, el de los cuernos. Sus cruasanes XXL vienen rellenos.
Dulce y salado
Por variedad no será. Cal Girona tiene opciones para todos los gustos. Para los más dulzones los hay rellenos de Nutella, Kinder bueno, Nocilla blanca, nata, Oreo, Ferrero Rocher y Filipinos, entre muchos otros. Además, con toppings de Nutella, kinders, filipinios o chocolate blanco. Pueden elegir.
¿Que son más de lo salado? Pues no hay problema, esta panadería ofrece también croissants gigantes de jamón, jamón y queso e incluso longaniza. ¡Ah! Y que no sufran los veganos que también hay opciones para ellos.
Y un 'croffle'
Cal Girona causa absoluta sensación. Se cuentan por decenas los vídeos que hay en redes sociales explicando lo impresionante de sus productos. Porque no se conforman con tener el croissant más grande, aún innovan más.
Esta panadería ofrece también un nuevo desafío para las arterias. Se trata del croffle un gofre con masa de croissant que tiene todo lo necesario para los indecisos. ¿Alguien da más?