El mundo cinéfilo se emocionó a principios de año cuando uno de los maestros de la animación, Hayao Miyazaki, anunciaba por sorpresa que había rodado una nueva película. Se dice que la última.
El hype empezó a circular. Desde los estudios Ghibli, fundados por el ilustrador, anunciaron que no iba a haber trailer antes de su estreno mundial en Japón. Y así fue. Sólo avanzó su póster y un título, El chico y la garza. Más leña al carbón.
Sorpresa mayúscula
Con el paso de los meses, su paso por el Festival de San Sebastián --donde se convirtió en la primera película de animación de la historia en inaugurar el certamen--, el trailer lanzado y las primeras críticas publicados, ha llegado el día. Este 27 de octubre la película llega a las salas catalanas. Pero a pocas.
A pesar de las buenas reseñas y la expectación creada, la distribuidora de la cinta en España, Vértigo, ha publicado las salas en las que se va a estrenar. La sorpresa ha sido mayúscula. Sólo se va a poder ver en 18 salas de toda Cataluña.
Poca versión original
La noticia ha sorprendido a propios y extraños. El cineasta es el responsable de éxitos como La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro o Ponyo en el acantilado, entre muchos otros. La calidad de su trazo, la magia de sus historias y sus personajes icónicos han enamorado a los espectadores de todo el mundo, incluido al que no le gusta la animación.
Por eso, la noticia de que El chico y la garza sólo se va a poder ver en 18 cines de Cataluña ha supuesto un duro golpe para muchos. Entre estas salas, solo cinco la exhiben en versión original: los míticos Cinemes Truffaut de Girona y Cines Verdi, Phenomena Experience, Renoir Florida Blanca y Mooby Balmes de Barcelona ciudad. En la capital catalana sólo hay dos salas, por eso, que la exhiben en versión doblada son las barcelonesas Mooby Bosque y Arenas.
Salas limitadas, historia universal
Fuera de la ciudad condal, la película se exhibe Cornellà, L’Hospitalet, Granollers, Manresa, Mataró, Sabadell y Terrassa. Peor lo tienen fuera de la provincia de Barcelona, en Girona sólo la ponen doblada en el Ocine, además de la versión de los Truffaut; en Tarragona sólo en el Ocine y los cines de Amposta y en Lleida únicamente en el Espai Funátic.
Un estreno muy limitado que sorprende a propios y extraños debido a la ya citada expectativa. Algo de lo que muchos se quejan, pero con la boca. Todo sea, para ver la que se supone va a ser la última película del realizador japonés. Una cinta con tintes autobiográficos, que sigue los pasos de Mahito, un joven que añora a su madre y se aventura en un mundo compartido por los vivos y los muertos. La muerte y la vida se tocan en el universo fantástico de Miyazaki en el que muchos se quieren perder.