Que Cataluña es tierra volcánica es algo bastante sabido. Toda la orografía de La Garrotxa está compuesta por volcanes dormidos y sus valles que esconden pueblos y rutas únicas en las que perderse.
Todos estos volcanes o están extintos o bien dormidos desde hace siglos. La última erupción de la que se tuvo constancia es de hace 13.000 años. Aun así, el estado de muchos no hace descartable una vuelta a la actividad.
Tierra de volcanes
Parece poco probable que haya una erupción en los próximos meses o años, por eso, dentro de estos volcanes se pueden ver a gente pasear o incluso edificaciones como la iglesia de Santa Margarida del Cot. Visitarlos es toda una experiencia.
No es fácil verlos todos a la vez, los 40 conos volcánicos del parque natural en el que se encuentra están repartidos en un terreno de más de 15.000 hectáreas. Por eso, si alguien busca algún plan por esas tierras, una opción es visitar el cráter más grande de Cataluña.
Ubicación
Entre Bescanó y Viloví d’Onyar se encuentra el volcán de la Crosa. Lo más curioso de todo es que pasa desapercibido. Para empezar, porque no tiene mucha altura, 155 metros, y después porque, dependiendo la época del año, hay incluso agua.
Su diámetro de 1,2 kilómetros lo convierte no sólo en el cráter volcánico más grande de Cataluña, sino también de toda España. Visitarlo es descubrir grandes secretos ocultos del territorio.
Origen
Una de las grandes curiosidades es que el espacio del cráter estaba ocupado por unos grandes humedales que le dieron origen. El volcán se formó precisamente cuando el magma entró en contacto con esta agua subterránea.
Pero este cráter también esconde en su interior otro segundo cráter más pequeño. Nació hace unos 500.000 años, fruto de una nueva erupción. Poco después, su actividad cesó.
Situación actual
La desecación de ese cráter no fue tan fácil. Los trabajos duraron desde el siglo XIII al XIX. Gracias a ellos, en la actualidad el cráter pasa desapercibido. Allí sólo quedan campos y varias plantaciones de árboles.
Lo único que se puede ver de la historia del cráter son dos cosas. En época de lluvias, si son muy fuertes, se forma un pequeño lago como el de hace siglos. Por otra parte, en la zona llamada de les Guillateres hay una brecha en el terreno de varios metros de altura que muestra la superposición de las capas geológicas dejadas por el volcán.
Cómo llegar
La vía más rápida es ir por Girona, se toma la GI-533 hasta el desvío de Salitjà. A los 700 metros hay un desvío por un camino de tierra que llega hasta allí.
La otra opción desde Barcelona es un poco más larga. Son casi 100 kilómetros de trayecto en dirección Girona por la AP-7, hasta la salida del aeropuerto de la ciudad hasta el que se ha de llegar. Una vez allí, continuar hasta Aiguaviva, girar a la derecha por la GI-533 y seguir las indicaciones anteriores.