Con el paso del tiempo se ha ido perdiendo la práctica de esta actividad, pero es sin duda el deporte tradicional catalán por excelencia con un gran arraigo en nuestra cultura.
El juego tiene varios siglos de historia, concretamente data del año 1376, pero actualmente ha ido perdiendo hábito en Cataluña: se trata de les Bitlles Catalanes, y se tiene constancia desde la época medieval, concretamente, en Torroja del Priorat (Tarragona) y en Igualada (Barcelona).
De deporte prohibido, a deporte federado
Les bitlles catalanes fueron prohibidas durante la dictadura franquista, como muchas otras tradiciones de la cultura catalana. Una vez acabó este régimen, el juego volvió mejorando su popularidad y elevándolo a la categoría de deporte histórico de la región.
Antiguamente estaba más orientado a jugarse en la calle y por diversión, y ahora es un deporte federado y reglamentado. Hoy en día ya hay unos 150 equipos en la Federación Catalana de Bitlles y Bowling.
¿Cómo se juega?
Existen dos modalidades básicas: bitlles de seis y bitlles de nueve. Una partida consta de nueve tiradas por jugador divididas en tres rondas de tres. En cada tirada se pueden lanzar de uno a tres bitllots. Se plantarán los bolos en dos hileras de tres columnas separadas entre ellas teniendo en cuenta que debe poder pasar el mayor bitllot sin tocarlas. La distancia de tiro será de 11,5 metros para los varones y 9,5 metros para las mujeres, a partir de 15 años. Los más pequeños pueden hacerlo más de cerca, según su fuerza. El objetivo principal es hacer bitlla, es decir, tumbar cinco de los seis 'bolos'.
Preferiblemente, es conveniente jugar en una explanada de tierra, y es un deporte en el que se ha de combinar fuerza y puntería para poder superarse en cada tirada.
¿Habías jugado alguna vez? ¿Tienes ganas de probarlo?