¿Quién no ha soñado alguna vez con bañarse en el mar Muerto y flotar cual pececillo?
Ahora es más fácil de lo que crees, en el Salí de Cambrils podrás disfrutar de una piscina con agua terapéutica con una concentración de sal tan elevada que llega casi al nivel del mar Muerto ya que alcanza los 300 g de sal por cada litro de agua. Su salinización se asemeja a la del mar Muerto en Jordania que es 350 g de sal por litro de agua. Lo maravilloso es que te puedes bañar todo el año gracias a una cubierta de policarbonato que mantiene la temperatura exterior y calienta el agua, y aunque llueva también te puedes bañar.
Beneficios de bañarse en el mar Muerto
Los beneficios de bañarse en estas aguas son muchas y muy variadas ya que tienen propiedades desintoxicantes y remineralizantes y ayudan a desinflamar el acné, aclarar las vías respiratorias de mucosidad, es un desinflamatorio para las alergias respiratorias, activa la circulación sanguínea, rompe los depósitos de toxinas y grasas en las capas más internas de la piel para luchar contra la celulitis, estimula la relajación y la calma para aminorar el estrés, sirve como calmante contra el insomnio, estimula el crecimiento del cabello, desintoxica la piel dándole un aspecto saludable, entre otras.
Salí de Cambrils es un lugar de interés cultural e histórico y es una de las pocas salinas de montaña de toda Cataluña, que fue explotada entre finales del s.XVIII y hasta el 1963 y se encuentra en Odèn, Lleida.
La instalación aprovechaba el agua que salía de la Ribera Salada, que se almacenaba en grandes balsas y después pasaba a las eras para hacer la evaporación. Luego la sal se transportaba hasta el almacén, donde se molía y se preparaba para ser comercializada.
De todo este proceso, han llegado hasta hoy la mayor parte de las instalaciones que había en El Salí por un trabajo de rehabilitación. Por eso hay habilitados 5.000 metros cuadrados de terrazas, cuatro molinos y medios de transporte.