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Curiosidades

Si tienes alguno de estos apellidos usuales en Cataluña, tus antepasados eran persas

Repasamos apellidos típicos de origen persa en Cataluña.

12 septiembre, 2023 17:39

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Los apellidos de ascendencia persa tienen profundas raíces en la lengua, cultura e historia de Irán, conocido históricamente como Persia. Estos nombres de familia son testimonio de la rica herencia persa, moldeada por la antigua civilización del país y por las diversas dinastías y migraciones que han dejado su huella en la región a lo largo de los siglos.

En España, debido a la inmigración y la diversidad cultural, existen personas con apellidos de origen persa. Estos apellidos pueden haber llegado al país tanto por migraciones recientes como por la presencia histórica de la cultura persa en la Península Ibérica.

Descubre si tu apellido tiene raíces persas con esta lista de apellidos comunes en Cataluña:

  • Khadem: Este apellido persa deriva de "khadim", que significa "asistente" o "sirviente" en persa. El apellido Khadem puede reflejar una profesión relacionada con la asistencia o el servicio.
  • Jafari: También de origen persa, es un apellido derivado de "jafar", un nombre persa. Este apellido puede indicar vínculos familiares con alguien llamado Jafar.
  • Shirazi: Otro de los apellidos persas comunes en España, deriva de "Shiraz", una ciudad en Irán famosa por su poesía y cultura. Este apellido puede indicar vínculos ancestrales o geográficos con la ciudad.
  • Farahani: De origen persa, este apellido proviene de "Farahan", un lugar histórico en Irán. Así, el apellido indica alguna conexión ancestral o geográfica con esa región.
  • Rezaei: Uno de los apellidos más frecuentes en España, deriva de Reza, un nombre persa. Por lo tanto, este apellido señala una relación con alguien llamado Reza.
  • Najafi: De origen persa, proviene de Najaf, una ciudad en Irak sagrada en el islam chiita. Al igual que los apellidos persas anteriores, indica una conexión geográfica o ancestral con la ciudad.
  • Safavi: Deriva de "Safavid", una dinastía que gobernó Persia en el siglo XVI. El apellido está relacionado con esa dinastía.
  • Ghazvini: Otro de los apellidos comunes en España de origen persa, deriva de Ghazvin, una ciudad iraní. Así, este apellido indica una conexión ancestral o histórica con esa ciudad.
  • Mirzaei: Derivado de "Mirza", un título de nobleza en Persia que significa "señor" o "príncipe", este apellido señala una conexión ancestral con la nobleza o realeza. Además, es uno de los apellidos más frecuentes en nuestro país con ese origen.
  • Hashemi: Deriva de "Hashem", un nombre persa asociado con la familia del Profeta Mahoma. Tiene un gran significado en su cultura.
  • Nouri: En este caso, deriva de "Nur", que significa "luz" en persa. Es un apellido relacionado con la iluminación.
  • Behzadi: Deriva de "Behzad", que significa "nacido de buenos ancestros" en persa. Indica una conexión ancestral con una familia respetable o distinguida.
  • Rad: Este apellido deriva de "Rad", que significa "feliz" en persa. Tiene un significado positivo relacionado con la alegría o la felicidad.

El origen de los apellidos

Los apellidos son una parte esencial de la identidad de cada individuo, a menudo superando en relevancia al propio nombre. Estos legados transmitidos desde nuestros ancestros requieren ser preservados con cuidado, para luego legarlos con tacto a las siguientes generaciones. Un individuo podría continuar su vida sin un nombre distintivo, pero la carencia de un apellido le relega a la insignificancia, sin pasado que rememorar ni futuro que anticipar. La ausencia de un apellido lo convierte en un ser desprovisto de raíces, evaporándose para convertirse en poco más que un sonido flotante entre las sílabas urbanas. En naciones como la nuestra, los apellidos actúan como cimientos vitales para la ensoñación, y es esencial que dichas aspiraciones siempre estén a la altura del legado familiar.

Aunque el registro de apellidos en España (o en los reinos cristianos de la península) se inició en el siglo IX, estos eran cambiantes en su naturaleza. Diferían de una generación a la siguiente, variando en función de la ascendencia, profesión o lugar de origen de cada individuo. No sería hasta el siglo XVIII cuando los apellidos comenzaron a estabilizarse y perdurar de manera invariable. Esta constancia se mantuvo hasta el siglo XIX, con la promulgación de la Ley del Registro Civil, momento en el cual poseer un apellido se equiparó con la existencia misma.

Si tu apellido no encaja en las categorías que se describen a continuación, es probable que tenga un origen extranjero.

Los primeros apellidos que emergieron en España derivaban de la ascendencia paterna. Esto implicaba que si un hombre se llamaba Hernán, su hijo adoptaría el apellido Hernández. No obstante, si el hijo respondía al nombre de Gonzalo, el nieto del hombre inicial adoptaría el apellido González. Esta práctica se originó en documentos firmados entre los siglos IX - cuando la alta nobleza empezó a emplear apellidos derivados de paternidad - y el XI - cuando todos los individuos comenzaron a firmar con apellidos patronímicos. Es habitual que los apellidos más antiguos de España, incluso si no tienen relación con la alta nobleza, tengan sus raíces en estos primeros métodos.