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Entre la sorpresa y la incredulidad: turistas sorprendidos ante las costumbres inusuales de la gente

Repasamos aquellas facetas de nuestra cultura que no acaban de gustar a los visitantes

3 diciembre, 2023 18:00

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Al aventurarnos en tierras desconocidas, nos encontramos con una realidad notablemente diferente a la nuestra, tanto en lo que respecta a la gastronomía como a las costumbres, la comunicación y hasta las rutinas cotidianas. Cada país se distingue por sus arraigadas tradiciones, y es frecuente que numerosos viajeros se vean impactados culturalmente al explorar diversas localidades.

En el contexto de Cataluña, uno de los destinos más populares entre los turistas, en gran parte debido a su clima, surgen múltiples aspectos que desconciertan a los visitantes. Uno de los mayores desafíos para aquellos provenientes de otros países son los horarios de las comidas, que se extienden más allá de lo convencional. Este ajuste en los horarios alimentarios es algo a lo que nosotros también debemos adaptarnos cuando viajamos y nos encontramos con restaurantes cerrados antes de las diez de la noche.

Los europeos, acostumbrados a almorzar alrededor de las doce del mediodía, se sorprenden al descubrir que, especialmente durante el verano, aquí almuerzan pasadas las 15 horas. Los horarios de los locales nocturnos también varían considerablemente, con aperturas más tardías y cierres al amanecer.

Nuestra manera de ser, más cálida que en la mayoría de los países europeos, resulta otro factor que asombra a los turistas. Aunque el contacto físico, incluso con desconocidos, es una norma en Latinoamérica, los demás visitantes experimentan un impacto cultural. Saludar con un par de besos, por ejemplo, no se considera común en otras naciones. Además, nuestra expresividad es más evidente; tendemos a hablar con mayor volumen que en otros lugares.

La siesta, la tradición de ir de tapas, la falta de puntualidad, ciertas festividades y la presencia constante del pan y el aceite de oliva en todas las comidas son otras de las costumbres que siguen asombrando a quienes nos visitan.

Costumbres raras del resto del mundo

A modo de bonus track, y por si se te ha quedado un poco de mal sabor de boca, aquí tienes costumbres muy raras del resto del mundo. ¡Para que no pienses que los catalanes somos los más raros!

  1. Lanzamiento infantil desde torre alta. En Solapur, India, se celebra anualmente un evento peculiar: bebés son arrojados desde una torre de 15 metros, siendo salvaguardados por una resistente tela antes de tocar tierra firme, evitando sustos inesperados.

  2. Reposo en sarcófago tras la muerte. En la Sagrada región de Filipinas, es tradicional colocar a los fallecidos en sarcófagos no enterrados. Estos cuerpos descansan en cuevas montañosas, resguardados de manera peculiar.

  3. Ritos prenupciales de rotura en Alemania. En Polterbend, Alemania, los allegados a los novios se congregan para un propósito singular antes de la boda: destrozar vajilla y objetos decorativos inservibles en estanterías, excluyendo espejos. Un símbolo de las adversidades que la pareja afrontará unida.

  4. Baño adhesivo para novias en Escocia. En Escocia, las novias experimentan un empapamiento peculiar con té, huevos y natillas. Después, son paseadas por el pueblo, enfrentando un momento incómodo que les prepara para las dificultades matrimoniales.

  5. Transformación marital en Kenia. En Kenia, es una práctica corriente que los esposos se vistan como mujeres un mes después de casarse. Esta inversión de roles busca inculcar la perspectiva de las dificultades que enfrentan las esposas cotidianamente.

  6. Bienvenida peculiar al infante Masái. La tribu Masái de Kenia adopta la costumbre de cargar al recién nacido entre todas las mujeres presentes, acompañada de un acto de escupir en su boca, simbolizando deseos de buena fortuna.

  7. Llegada del gemelo oscuro de San Nicolás. El 6 de diciembre en Austria es un día marcado por la llegada de Krampus, el perverso gemelo de San Nicolás. Este ser, con cuernos, asusta a los niños que se portaron mal, añadiendo un toque singular al folclore navideño.