El Castillo de la Trinidad en Roses, Girona, es una construcción militar que data del siglo XVI, erigida bajo el reinado del emperador Carlos I. Esta fortaleza, adelantada para su tiempo tanto en España como en toda Europa, presenta una peculiar forma de estrella de cinco puntas, diseñada estratégicamente para repeler los ataques enemigos, principalmente los asaltos de los temidos piratas.
El castillo contaba con tres terrazas a diferentes alturas destinadas a albergar cañones, obuses y morteros, lo que permitía salvaguardar tanto el puerto como la costa de posibles amenazas.
Los encantos de Roses
Roses, situado en la provincia de Girona, es un hermoso municipio catalán con una rica historia que se remonta 3.000 años atrás. Con fuertes raíces marineras, Roses se encuentra en un entorno natural excepcional, cerca de la impresionante Costa Brava y a menos de 30 kilómetros de la frontera con Francia, lo que lo convierte en un destino preferido por la mayoría de sus visitantes, que suelen ser de nacionalidad francesa. Además, se encuentra a tan solo 160 kilómetros de Barcelona.
El municipio ofrece una serie de atractivos turísticos que han sido catalogados como Bienes Culturales de Interés Nacional. Entre ellos destacan un significativo conjunto megalítico que incluye varios dólmenes y menhires, los vestigios de un castro visigodo, así como una Ciudadela y el Castillo de la Trinidad.
La historia del Castillo de la Trinidad
Tanto la Ciudadela como el Castillo de la Trinidad fueron construidos por orden del emperador Carlos I de España y V de Alemania en Roses, Girona, con el objetivo de proteger Cataluña de los ataques frecuentes de los piratas otomanos que asolaban las costas mediterráneas en el siglo XVI. Hoy en día, estas estructuras son destacados puntos de interés turístico en la región, atrayendo a una gran cantidad de visitantes, especialmente durante la temporada estival.
El Castillo de la Trinidad se erige como un ejemplo pionero de fortaleza de artillería costera y representa un avance arquitectónico en su época. Estratégicamente ubicado en un promontorio que controla la entrada marítima al puerto de Roses, esta fortificación formaba parte de la estrategia de defensa del Imperio español en la época moderna. Su propósito principal era salvaguardar el municipio de Roses de los frecuentes ataques de los piratas otomanos, originarios de lo que hoy es Turquía.
La construcción del castillo comenzó en 1544 por orden del rey Carlos I, quien encargó al ingeniero militar Luis Pizaño su diseño. Este ingeniero ideó una innovadora estructura en forma de estrella, que permitía un fuego cruzado eficiente de la artillería, convirtiendo a Roses en un terreno de experimentación para una nueva arquitectura militar.
Curiosidades del castillo
El Castillo de la Trinidad, también conocido como el Castillo de la Poncella, tiene una planta en forma de estrella de cuatro puntas: Punta de Roses (Oeste), Punta de la Trinidad (Este), Punta de las Medes (Sur) y Punta de Sant Pere de Rodes (Norte), con una quinta punta añadida para proteger la vía de acceso al castillo, denominada el revellí.
A lo largo de su historia, el Castillo de la Trinidad desempeñó un papel activo en las batallas durante los numerosos asedios que sufrió Roses en los siglos XVI, XVII y XVIII.
Sin embargo, en 1814, durante la guerra de la independencia entre Francia y España, el castillo sufrió una destrucción definitiva. Las tropas de Napoleón, en su intento de conquistar la fortaleza, la sometieron a un bombardeo implacable. Ante la inevitable derrota, los soldados españoles y británicos decidieron volar la fortaleza, evitando así que cayera en manos del enemigo.
Hoy en día, el Castillo de la Trinidad es un destino turístico abierto al público. Los sábados abre sus puertas de 11 a 17 horas, mientras que los domingos y festivos recibe visitantes de 11 a 15 horas. Se ofrecen visitas guiadas en catalán, castellano y francés, y el precio de la entrada al castillo es de 4 euros.