Salou transformará la imagen de sus chiringuitos para la próxima temporada turística. Tras doce años de servicio, el Ayuntamiento ha anunciado la licitación de la explotación de los servicios de playa para los siguientes ocho años. Esta nueva concesión llega con retraso debido a dos años extra con los concesionarios actuales debido a la pandemia, pero será instrumental en la modernización de los chiringuitos.
¿Cómo serán los nuevos chiringuitos?
La renovación estética se uniformará para todos los chiringuitos, adoptando módulos y mobiliario de diseño contemporáneo, resaltando los tonos blanco y azul. Además, cada chiringuito deberá contar con instalaciones de lavabo para uso público y la opción de incorporar paneles solares para el suministro eléctrico, un aspecto clave en la valoración de las propuestas.
En total, se han convocado para concurso 20 chiringuitos, seis menos que los existentes en la actualidad, ya que en la playa de Llevant se reducirán los chiringuitos dobles y se ubicará uno en cada sitio. Paralelamente, se incrementará el número de establecimientos que ofrecen servicios de restauración a pie de playa, pasando de cuatro a ocho.
En el próximo año, las playas de Salou estrenarán renovados chiringuitos. De esta manera, nueve de los chiringuitos estarán distribuidos a lo largo de la playa de Llevant, mientras que siete se ubicarán en Ponent. Asimismo, las playas Llarga, Capellans, Cala Crancs y Cala Font contarán con un establecimiento en cada una. La fecha límite para presentar las ofertas vence el 15 de septiembre, y desde el Ayuntamiento tienen la esperanza de que los nuevos chiringuitos puedan estar operativos para la próxima Semana Santa.
Canon anual y otros detalles
Los concesionarios estarán a cargo de los gastos de fabricación e instalación de los módulos y mobiliario, que oscilan entre 116.000 y 210.000 euros de inversión inicial. El canon anual que deberán pagar los nuevos concesionarios variará según el tipo y tamaño del chiringuito, así como su ubicación. El canon más económico partirá de 4.000 euros al año, mientras que el más alto superará los 70.000 euros anuales.
Además, los empresarios que obtengan la licencia deberán cubrir los costes de producción e instalación de los módulos, así como adquirir todo el mobiliario, lo que implicará una inversión inicial que va de 116.000 a 210.000 euros en cada caso.