A partir del 1 de septiembre se inicia oficialmente el otoño meteorológico, marcando un acercamiento al próximo cambio de horario en Cataluña y en el resto de España. En nuestro territorio vivimos dos modificaciones de hora anuales, reconocidas comúnmente como el horario de verano y el horario de invierno. No obstante, surge la interrogante: ¿cuándo exactamente se llevará a cabo este cambio y en qué dirección girará el reloj en Cataluña?
La fase del horario de verano entra en vigor durante la madrugada del último domingo de marzo y finaliza en el último domingo de octubre, en simultáneo con el inicio del horario de invierno. Para el año 2023, el cambio está programado para la madrugada del 29 de octubre.
Durante dicho día, la acción requerida será atrasar los relojes en una hora. De este modo, las 03.00 horas se convertirán en las 02.00 horas, lo que implica un incremento de una hora en nuestro día. No obstante, resulta relevante cuestionar las razones detrás de esta alteración horaria y entender por qué se sigue aplicando en España.
El propósito subyacente de este ajuste horario radica en alinear la jornada laboral con las horas de luz diurnas. Esto maximiza el aprovechamiento de la luz natural y, en consecuencia, promueve la conservación de energía. Sin embargo, es crucial reconocer que este asunto sigue siendo objeto de debate y polarización.
La cuestión del cambio horario ha estado en el centro de un constante dilema durante años. Existen voces críticas que cuestionan su relevancia, y esto contrasta con la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, emitida el 19 de enero de 2001. Esta directiva rige la normativa relativa al cambio de hora en los países que conforman la Unión Europea, estableciendo la pauta para la adopción de esta práctica.
¿Desde cuándo cambiamos la hora?
El primer ajuste horario se registró en medio de un conflicto bélico: el 30 de abril de 1916 se adelantaron los relojes en el Imperio Alemán, el Imperio Austro-Húngaro, Bulgaria y Turquía, abrazando posteriormente esta noción el resto de naciones europeas y los Estados Unidos.
En la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos impuso la modificación horaria con el propósito de economizar energía en regiones afectadas por el conflicto. Esta medida se adoptó igualmente durante la crisis petrolera de 1973.
No fue sino hasta el siglo XX cuando España estableció una hora estandarizada, alineándose con el meridiano de Greenwich. Anteriormente, la hora oficial se regía por el meridiano de Madrid, resultando en múltiples husos horarios en el país. El 15 de abril de 1918 se instituyó oficialmente el horario de verano, aunque se tomaron decisiones de no alterar la hora en años como 1920 a 1923, además de 1925.
La Guerra Civil desencadenó un caos temporal: la República adoptó una hora distinta a la de las regiones franquistas. Tras el conflicto, hubo periodos en los que el cambio horario se omitió: 1941, 1947 y todo el intervalo entre 1950 y 1973. Desde 1973, cada marzo y octubre, se realiza el cambio horario en España de manera consistente.