Los Pirineos destacan como una asombrosa cordillera en España y Europa, no solo por sus majestuosos picos y pintorescos valles, sino también por los encantadores pueblos que alberga. Estos pueblos, con su arquitectura tradicional, forman maravillosos núcleos que cautivan a todos. En este contexto, resalta Llívia, no por su belleza solamente, sino por su singularidad como un enclave catalán dentro de territorio francés, lo que le confiere un atractivo turístico sin igual.
El curioso caso del pueblo de Lleida que se encuentra en suelo francés
Situado en la comarca de la Baja Cerdaña, en la falda del pico Carlit, en un entorno acariciado por el río Segre, Llívia revela un enigma histórico: ¿Por qué se encuentra un pueblo español en suelo francés? La respuesta se halla en el Tratado de los Pirineos de 1659, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años, rediseñando el mapa territorial de España y Francia.
Dicho acuerdo implicó la cesión de 33 pueblos de España a Francia. Sin embargo, Llívia quedó excluida de este tratado debido a su estatus singular como villa, un privilegio otorgado por el emperador Carlos V y mantenido bajo control de la corona española.
Qué ver en Llívia
Más allá de su peculiar historia, Llívia ofrece una riqueza de atracciones. Entre los monumentos destacados se encuentran la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, que data de finales del siglo XVI, y la Farmacia de Esteve.
La Farmacia Esteve fue una antigua botica con raíces en el Siglo XV (aproximadamente en 1415). Fue considerada posiblemente la primera farmacia en Europa, con un origen que se remonta a la época medieval. En la actualidad, esta histórica farmacia ha sido transformada en un museo, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar una variedad de instrumentos y hierbas que eran utilizados en la elaboración de remedios.
El año de su inauguración, 1415, marcó el inicio de la Farmacia Esteve, fundada por el boticario Jaume Esteve. A lo largo de los Siglos XV, XVI y XVII, la botica ganó renombre por la creación de fórmulas magistrales. A lo largo de 23 generaciones, esta famosa farmacia permaneció bajo la tutela de la familia Esteve.
El legado que la Farmacia Esteve nos lega incluye los icónicos frascos de cerámica azul utilizados para almacenar las fórmulas medicinales. Además, se preserva una biblioteca con el libro de fórmulas, enriqueciendo la experiencia de los visitantes. La visita a la Farmacia Esteve ofrece una inmersión multimedia con imágenes tanto audiovisuales como digitales.
Alrededor de Llívia
Los alrededores naturales de Llívia son un paraíso para los aficionados a los deportes de invierno, con varias estaciones de esquí. El senderismo entre valles y prados también es una opción popular.
Una ruta imperdible es la del lago de las Bulloses, que combina senderismo con raquetas de nieve. Otra ruta es la de las fuentes de Llívia, que presenta las fuentes más importantes del pueblo: la del Sofre y la del Ferro.
No se puede abandonar Llívia sin contemplar las vistas desde el castillo, enclavado en lo alto. Construido en el siglo XII y destruido por el rey francés Luis XI tras la guerra civil catalana en 1479, el castillo ofrece una vista única de la villa junto a un paisaje excepcional.