¿Tienes ganas de irte a una playa chula y que además esté cerca de Barcelona? Deseo concedido: te presentamos la impresionante Cala Morisca, con muchas actividades tanto dentro como a su alrededor.
Los encantos de Cala Morisca
Con el mar en una serenidad apacible, oleajes suaves y arena fina se despliega Cala Morisca. Este escondido enclave se encuentra en plena costa de Barcelona, exactamente en el Parque de Garraf, junto a la localidad española de gran renombre por sus festividades culturales, restaurantes y vida nocturna, Sitges.
Su tranquilidad y calma la hacen perfecta para el descanso, y todos los elementos contribuyen a esta atmósfera. Llegar a esta playa no es sencillo, ya que no se encuentra a simple vista. Es necesario descender a pie por una larga escalera desde el camino, llevándote hasta los acantilados del Parque de Garraf. Todo este esfuerzo te permite acceder a la cálida arena dorada que ofrece esta fascinante cala.
¿Qué te ofrece Cala Morisca?
Un paisaje rocoso y vegetación dan vida a una cala rústica y apacible, ideal para relajarse y pasar momentos agradables en solitario, en pareja o con un selecto grupo de amigos.
En este rincón mediterráneo también encontrarás un espacio íntimo; con sus modestos 140 metros de longitud y 50 de ancho, presenta aguas cristalinas y una arena corta, dorada, sólida y fina al mismo tiempo.
A pesar de su apariencia solitaria, Cala Morisca cuenta con un punto especial en el acantilado, justo sobre el mar, donde puedes deleitarte con una excelente gastronomía. El arroz destaca como uno de los platos estrella, junto con otros manjares marinos que seguramente te cautivarán.
Una invitación a este lugar, en la compañía adecuada, se traduce en un plan excepcional que no debes pasar por alto. Especialmente porque también puedes disfrutar de una zona de bar que ofrece una amplia variedad de cócteles y licores, e incluso puedes deleitarte con música en vivo o electrónica.
Además, la playa dispone de un chiringuito, ideal para saborear deliciosas comidas, diversas tapas y una variada selección de cócteles. Todo esto en la espectacular arena o en sus cómodas mesas.
En ocasiones, el chiringuito ameniza el ambiente playero con una variada selección musical, rompiendo un poco el silencio. Su música te envuelve, te llena de alegría y te invita a celebrar, tal como seguramente harás más tarde en Sitges, cuando termine el día y te pases por allí. Esta experiencia y la música ofrecida por el restaurante te brindan opciones para disfrutar hasta que caiga la noche.
Más allá de Cala Morisca
Una opción alternativa para tomar un descanso de las serenas aguas del mar es explorar el Parque de Garraf. Este sitio cuenta con áreas naturales y biológicas ideales para paseos a pie o en bicicleta.
Esta se presenta como una excelente manera de hacer ejercicio antes de regresar a las tranquilas aguas color turquesa de Cala Morisca.
Otro plan que podrás disfrutar en cualquier momento durante tu estancia en la playa, sacándote temporalmente del mar, es dar un paseo hasta la Cala de Vallcarca. Esta cala se ubica en uno de los extremos de la playa, pasando por un acantilado.
No muy lejos, en el extremo opuesto, se despliegan senderos ideales para practicar senderismo, especialmente en Les Penyes Roges. La vegetación circundante añade un toque único a estos recorridos. Cabe destacar que, dado que se trata de una zona montañosa, es esencial protegerse contra los mosquitos al emprender esta actividad.
Y todo esto sin mencionar la vista que se puede apreciar desde la terraza en el borde del acantilado, que se convierte en un mirador excepcional. Es una oportunidad perfecta para capturar en fotografías la magnífica grandeza de los mares, las rocas y las aguas de una notable transparencia que se destacan en este lugar.