La aparición de medusas en las costas de Cataluña (y del resto de España) es un fenómeno común durante la primavera hasta finales del verano. Sin embargo, en los últimos años, diversos factores como la contaminación orgánica y la práctica desaparición de depredadores, entre otras causas, han propiciado la proliferación de estas criaturas gelatinosas y desagradables que tienden a agruparse en áreas con abundante plancton marino.
El incremento de la temperatura del mar y la sobreexplotación pesquera también contribuyen al aumento de medusas en las playas catalanas y españolas, según el análisis del buceador científico Juan Diego López-Arquillo (investigador en la Universidad Europea de Canarias).
Este investigador explica para Efe que estos organismos sencillos aprovechan la contaminación orgánica en los océanos como fuente de alimento, y aunque los tentáculos de estas criaturas transmiten toxinas y resultan molestos, desempeñan un papel crucial en el ecosistema marino.
Estos seres marinos, que han habitado mares y océanos durante más de 500 millones de años, son una fuente de alimento para especies que se encuentran en la cúspide de la cadena alimentaria. El control de su población "corre a cargo" de depredadores como tortugas marinas, crustáceos, corales y diversos tipos de peces, incluyendo el pez luna y el tiburón. Si estos depredadores disminuyen en número, las medusas pueden campar más a sus anchas, por así decirlo.
Mientras que la aparición de medusas es cada vez más común, también se ha incrementado la observación marina y la "ciencia ciudadana", según Ana Aldarias, responsable de la campaña Medusozoa de Ecologistas en Acción. Incluso existen apps para móviles que ofrecen información en tiempo real sobre la presencia de medusas en distintas playas.
El cambio climático también puede desempeñar un papel crucial en el aumento de las poblaciones de medusas. Aunque no se puede determinar con certeza por qué algunas costas son más afectadas que otras, se ha demostrado que el aumento de la temperatura del agua favorece su reproducción en zonas específicas, de acuerdo con López-Arquillo.
Sin embargo, se ha notado que el calentamiento del agua también acelera su ciclo de vida y descomposición, según los expertos de Ecologistas en Acción.
Contrario a ciertos mitos, estas criaturas no se limitan a aguas cálidas. Aunque es cierto que prefieren temperaturas más elevadas, hay especies adaptadas al frío, como la 'Pelagia noctiluca' o medusa clavel, que se encuentran frecuentemente en el Atlántico y el Cantábrico.