Criar a un bebé no es fácil. Sobre todo, si eres primerizo. Uno de los aspectos que más preocupa son los llantos del pequeño a la hora de dormirse y sobre los que hay mucha literatura al respecto.

Los grupos de padres y madres se dividen en dos bandos: los que consideran que es natural que el menor se exprese y muestre su rechazo hasta que se canse y así aprenda que hay límites y normas, mientras otros no tienen ninguna duda en que hay que salir a consolarlos.

Nuevo estudio 

Ante el eterno debate, la ciencia ha hablado. Al menos un estudio realizado por la psicología de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) Darcia Narvaez ha sido determinante por su mensaje. Hasta el punto de que sus resultados se han publicado en la prestigiosa Applied Developmental Science.

La profesional llevó a cabo un estudio no con bebés, sino con 600 adultos. Los resultados: un bebé al que se coge entre los brazos cuando llora puede ser un adulto menos depresivo, más sano, empático y amable. Incluso más productivo.

Investigación 

La psicóloga recuerda que las experiencias vividas en los primeros años de vida son determinantes para el desarrollo emocional y para la vida adulta. Un bebé llora al sentirse en peligro, segrega la hormona del estrés, el cortisol.

El niño, al no sentirse atendido, siente una mayor inseguridad, se siente desprotegido, en peligro. El miedo se apodera de él y nadie le ayuda.

Resultados 

"Ya en la edad adulta, las personas que no solían recibir estos cuidados tienden a ser más reactivas al estrés y les resulta más difícil tranquilizarse”, detalla Narvaez.

La conclusión de la psicóloga contradice así todas aquellas versiones que hablan de dejar expresarse al bebé y que exprese su rabia. Los bebés abrazados tienen mejor salud mental, menos ansiedad y se adaptan mejor a las circunstancias. Aunque a muchos les pese.