"No soy soldado, pero tengo vocación de soldado", así es como se describe Víctor Serrano, un toledano de 23 años que ha decidido dejar atrás su vida para hacer frente al avance de las tropas rusas en Ucrania. Aunque por el momento se dedica a labores humanitarias, asegura estar dispuesto a combatir a pesar de no contar con "formación militar ninguna".
"Es mi vocación desde muy pequeño, ayudar a los más vulnerables y estar en los momentos más difíciles", ha explicado a Risto Mejide para el programa Todo Es Mentira desde la ciudad de Leópolis.
Su verdadera vocación
“Yo también tengo una madre y familia, también tengo amigos, y una vida. También tenía un trabajo antes de irme pero esto es lo que me mueve el corazón y es por eso por lo que estoy aquí”, ha continuado. Encerrado en un búnker, el joven afirma que lo que se está viviendo en el país es "un genocidio" y no una guerra.
Es por ello que tanto él como sus compañeros han decidido cambiar de localización para desplazarse en los próximos días a uno de los principales focos de combate. "La situación por el momento es estable, pero prevemos movernos dentro de poco hacia otras zonas un poco más delicadas", ha avanzado.
"Miedo"
"Mi familia me dice que tiene miedo y se preocupa por mí, pero a la vez me apoyan porque saben que lo que estoy haciendo es algo muy importante y muy bonito para toda esta gente. Nadie dijo que fuera fácil", ha reconocido, al mismo tiempo que añadía que él, y sus compañeros, también sienten miedo.
“He tomado una decisión en la que sabes que te puedes equivocar, pero que las consecuencias son terribles”, ha confesado. Y es que hasta ahora, Víctor llevaba una vida tranquila, acomodada, como la de cualquier joven que cursa sus estudios y trabajaba por horas en un almacén. Sin embargo, ahora vive en un refugio bajo tierra, que les sirve para ponerse a salvo de los bombardeos de los rusos. Todo, con el fin de defender un país que siente como el suyo.