No, no se trata de lavarse el pelo con la cabeza para abajo o adoptando alguna postura un tanto extraña dentro de la ducha. Con esta nueva moda a medio camino entre la higiene personal y diaria y la belleza lo que se pretende es cambiar la rutina que hasta ahora se seguía cuando uno se daba un baño. Esto es: aplicar por último el champú antes de aclarar el cabello.
Con esta nueva tendencia capilar lo que ahora se lleva es aplicarse primero una mascarilla o aceite específico para el cuidado del pelo para terminar ese lavado con el champú que se use de manera habitual. Un cambio en el orden de los factores que también trae consigo una serie de beneficios para algunos tipos de cuero cabelludo; sobre todo aquellos que son más secos.
¿Para todos los tipos de pelo?
Eso es lo que promete esta nueva moda a la hora de lavarse. Terminar luciendo un cabello de infarto digno del mejor anuncio de publicidad. De esta manera se destierra la tradicional fórmula de lavado en la que se comienza con el champú y se termina con el acondicionador o algún otro producto concreto según la necesidad de ese cabello. Sin embargo, según los seguidores de esta nueva corriente este orden no es que sea muy aconsejable por ejemplo para las personas con el pelo graso, ya que la mayoría de las mascarillas pueden aportar aún más grasa a la melena.
En cambio, si se cuenta con una malena seca y con mucho grosor, como recuerdan desde el salón de belleza del peluquero Moncho Moreno, esta nueva forma de proceder de aceite más acondicionador más champú (en este orden) puede resultar efectivo siempre y cuando el aceite que se use sea muy denso y aporte nutrición. Además, este producto especial dará una buena dosis de protección térmica al cabello siempre y cuando luego se vaya a echar mano del secador para dejarlo sin rastro de humedad.
En seco
Parte del secreto de esta tendencia de lavar el pelo al revés es que los primeros productos que se aplican se añaden con él sin mojar todavía. Por ejemplo, en el caso de una mascarilla, si se deja actuar en seco (durante aproximadamente 20 minutos) antes de meterse en la ducha puede convertirse en la mejor aliada para un cabello que esté muy estropeado o que sea demasiado fino y no tenga apenas volumen. Una vez hecho este paso ya se podría lavar el pelo de manera tradicional con el champú como se ha hecho hasta ahora.
También sin nada de humedad, y como parte de esta moda, se recomienda hacer un masaje capilar, además de la aplicación de unas gotas de aceite reparador. En el primer caso no solo servirá para relajarse, sino que este firme movimiento por el cuero cabelludo puede ayudarlo a la hora de activar la circulación con lo que el pelo queda con más fuerza y brillo. Y si esto último es lo que se busca, un buen complemento es echar mano de un aceite antes del champú para no solo ganar en un extra de brillo, sino facilitar el posterior desenredado y reparar un cabello muy apagado.
Rutinas beneficiosas
Este cambio en la rutina de lavado es una buena idea para cuidar el pelo, ya de por sí muy castigado con el día a día. Pero, para aquellos que no estén muy convencidos de dejar el champú para el final o no se les aconseje esta nueva tendencia, nada como seguir algunos tips con los que también se logrará un pelo sano y brillante siempre que uno sea constante en ello. En este sentido, una buena recomendación pasa por evitar el tabaco, llevar una vida tranquila o seguir una alimentación saludable para aportar un extra de vitalidad al cabello.
Además, y si en esa rutina diaria se usa mucho el secador o la plancha, nada como un buen protector de calor para que el pelo no sufra con esas altas temperaturas y acabe perdiendo brillo. En cuanto al lavado, cuya frecuencia dependerá del tipo de cabello, debe hacerse con un movimiento circular, sin exceso de producto y previo a un aclarado con agua tibia. Incluso se puede terminar la ducha con agua fría para sellar la cutícula y que el pelo se vea más brillante. Por último, para secarlo nada de frotar con fuerza con la toalla y, si se puede, mejor no usar el secador.