Una mujer que ahorra el 90% de su sueldo se compra dos pisos en nueve años

El último informe de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas revela que los hábitos de los españoles han cambiado con el transcurso de la pandemia: el confinamiento ha llevado a las familias a ahorrar. Una práctica muy rentable que, Wang Shenai, una mujer china de 32 años, ha decidido llevar al extremo.

Al parecer, la joven decidió cambiar su estilo de vida varios años atrás y ahora guarda el 90% de su salario. De hecho tanto ella como su marido abandonaron el consumismo para llevar a cabo una vida de lo más austera, minimalista, sin ningún lujo. ¿Cómo te quedas?

Los trucos

En una entrevista al programa Talk to Her de Tencent, Shenai, que es madre de dos hijos, reveló cuáles son sus trucos para lograr ahorrar el montante necesario para que en menos de nueve años se haya podido comprar dos pisos. “Soy más feliz ahorrando dinero que gastándolo”, reconoció la entrevistada.

Wang reconoce que el origen humilde de su familia, la pobreza que sufrió durante infancia y las técnicas de ahorro extremo que llevaba a cabo su madre --como guardar el dinero que le sobraba a final de mes en la nevera-- le sirvió para seguir con la vida que lleva ahora. "Estas primeras experiencias se quedaron conmigo hasta la edad adulta”, remarcó.

15 dólares al año en ropa interior 

Entre sus infalibles métodos para guardar dinero se encuentran amueblar la casa con muebles de segunda mano o, directamente, recogidos de la basura, o no gastar más de 100 yuanes, 15 dólares, en ropa interior, puesto que utilizarla de segunda mano no le parece una buena idea. Además, confiesa que el resto de prendas de vestir las recibe gracias a las donaciones de sus amigas.

“Ni cenas ni vacaciones, a no ser que sean gratis”, aclara. Y es que según afirma la joven, el ocio y las reuniones sociales no son compatibles con el ahorrar dinero. Tal y como era de prever, la entrevista a Wang Shenai ha sido de la más criticada, puesto que en ningún momento la mujer se ha atrevido a revelar cúal es su oficio y el de su pareja, y mucho menos la retribución que reciben por él.