¿En qué consiste el 'mindful eating'? ¿Cuáles son sus beneficios?
Más que una dieta, esta corriente busca sobre todo una nueva filosofía de vida relacionada con la comida
26 octubre, 2021 14:41La alimentación consciente o mindful eating. Con estos conceptos que significan prácticamente lo mismo se hace referencia a un tipo de alimentación, más un estilo que vida que una dieta, basada en la atención plena acerca de lo que se va a comer y con la intención de poner todos los pensamientos, sensaciones y emociones en ese acto de comer (ya sea antes, durante y después de cada cucharada que va a la boca) como recuerdan los profesionales de Quirón Salud.
Un modelo de nutrición donde se intenta aprender una nueva dinámica con la comida, escuchando en todo momento al cuerpo a la hora de comer; pero también en el momento de saber escoger, cocinar y preparar los alimentos. Una corriente de alimentación que sobre todo busca acercarse a una dieta más completa, saludable y equilibrada.
Claves del 'mindful eating'
Como parte del proceso de ese acto de comer de manera consciente, en este caso lo que se hace es escuchar las sensaciones corporales en relación con esa comida. Esto es, estar atentos a posibles señales de hambre y saciedad, si uno se encuentra satisfecho con lo que acaba de comer o qué desencadenantes emocionales hay detrás de cada plato.
Un estilo de vida, más que una dieta, donde también entran claves como la meditación (para armonizar todo lo relativo al cuerpo y a la mente), la intencionalidad a la hora de saber los motivos que llevan a una persona a comer (en este caso es importante distinguir entre hambre emocional y hambre física) y, finalmente, la actitud hacia uno mismo en lo referente al cuidado de la salud a través de la alimentación y la exploración de nuevos sabores y formas de cocinado.
Poniéndolo en práctica
Todo aquel que esté interesado en poner en práctica la alimentación consciente o mindful eating lo primero que debe hacer es tomar conciencia de que la actitud es muy importante en este caso. Así pues, lo primero de todo es comenzar a disfrutar de este nuevo modo de alimentación de manera curiosa, paciente y abierta sin ningún tipo de juicio o expectativa. Todo lo necesario para comprender las señales que guían la alimentación.
Así, algunos de los mejores consejos en este sentido pasan por beber un poco de agua antes de comer para aumentar la sensación de saciedad y disminuir la ansiedad por la comida, comer sentado y sin distracciones (nada de móvil o de televisión), hacer la comida de una manera pausada y tranquila para lograr esa conciencia plena, una buena presentación de los platos (se come por los ojos como se dice), masticar bien cada bocado, no comer hasta el punto de llenarse demasiado y revisar si se tiene una relación sana con la comida.
Beneficios
Cuando se trata de valorar los aspectos positivos de este tipo de alimentación el beneficio no es tanto perder peso o como método de adelgazamiento, sino mejorar la relación con la comida. Unos resultados que también se notan si además se combinan con la práctica de mindfulness (un estilo de vida donde tiene especial importancia la práctica de la meditación).
Así, algunos de estos beneficios son ser más consciente de las verdaderas señales de hambre o de saciedad, adoptar la capacidad de elegir entre el momento de comer y el momento de dejar de hacerlo, disfrutar más de los alimentos o conocer qué ingredientes es mejor tomar solo de manera ocasional para que no afecten a un nivel emocional o físico.
Para la salud
Pero ahí no queda la lista de beneficios de la práctica de mindful eating ya que desde un plano de la salud ayuda a reducir los niveles de estrés o ansiedad ya que con la alimentación consciente se evita comer de manera compulsiva. Además, es más sencillo saber controlar la cantidad de comida que se ingiere; es decir, al estar más atento a lo que hay en el plato es más sencillo aprender a saber qué se necesita comer. De esta manera, cuando uno está ya saciado es más fácil comer menos y, por ende, bajar algo de peso.
Todo ello se aleja mucho de una realidad actual en la que las prisas, así como ciertos estímulos como la televisión, la publicidad o la ansiedad entre otros interfieren de forma negativa hasta el punto de que muchas veces se lleva uno a la boca comida sin sentido o sin ser conscientes. Así es como uno acaba por olvidarse de la verdadera necesidad de alimentarse y nutrirse y solo se sacian algunas emociones.