Un ron con premio, es el caso del Siete Villas 1511, que se elabora de manera artesanal en la zona de la Garrotxa y que se ha incluido entre los mejores del mundo. Concretamente, este licor ha obtenido muy buenas valoraciones en el San Francisco World Spirits Competition, una cita que premia las mejores bebidas espirituosas y destilados y donde se ha destacado el sabor, el aroma y el gusto del mismo.
Un reconocimiento cuanto menos importante si se tiene en cuenta que este certamen es uno de los concursos de licores más importantes a nivel internacional y al que acuden cerca de 4.000 productos entre tequilas, ginebras, whiskys, vodkas y rones como es el caso de este destilado que se obtiene de manera tradicional en la empresa Spirits & Plus de la localidad de Les Preses.
Premiado
El reconocimiento a este ron se ha hecho por medio de una cata a ciegas realizada por un jurado que ha valorado esta bebida otorgándole la mejor posición en la categoría de ron extra añejo. Un ron que, en este caso, se ha creado a partir de otras variedades envejecidas procedentes de la República Dominicana y Cuba y que más tarde fueron mezclados durante tres años en las instalaciones de esta compañía de Les Preses en barriles de roble. Eso, unido a los cambios de temperatura que se pueden encontrar en La Garrotxa, han hecho el resto.
Precisamente, el nombre de esta bebida no ha sido puesta al azar ya que es una clara alusión al origen del mismo: las siete primeras villas cubanas fundadas entre los años 1511 y 1515. Esta es la carta de presentación de un producto para el que se usan solo productos naturales, no se añade azúcar y se recomienda tomar sin ser mezclado con otra bebida y bien a unos 25 grados o con un par de cubitos de hielo en los días de más calor.
El secreto del Siete Villas
El aspecto de este ron premiado presenta un tono ámbar tirando a oscuro, con unas notas brillantes y una transparencia que se observa a través de la copa. Unas tonalidades y un matiz que sobre todo proceden de la evolución y concentración de los taninos transformados al oxidarse esta bebida. En cuanto a su aroma, como recuerdan los responsables de esta empresa, tiene un olor muy suave y equilibrado donde destacan sobre manera ese azúcar de la caña junto con otras notas frutales que recuerdan a la vainilla, el coco, la uva deshidratada y las ciruelas.
El sabor fue uno de los aspectos claves que fue más determinante para el jurado del San Francisco World Spirits Competition para otorgarle finalmente el premio. Y es que su gusto se mueve entre la elegancia, una dulzura ligera y un sabor balsámico mezclado con esa madera de roble de los barriles donde envejece.
Breve historia del ron
Hablar de ron es hacerlo de una bebida alcohólica destilada que se obtiene a partir de la melaza de la caña de azúcar. Esta planta es originaria de Papúa Guinea y posteriormente fue exportada a Asia para ser cultivada y más tarde a África, India y España. Para encontrar el antecedente de esta bebida tan común hay que trasladarse a la región española de Granada cuando era dominada por los árabes en el siglo XI y existía un licor muy similar que se elaboraba de una planta traída de la India.
Ya en el siglo XVI, los colonizadores españoles llevaron la caña a la región caribeña de las Antillas ya que el clima allí era mucho más favorable para su cultivo. Una producción que pasó a ser parte de las colonias inglesas y francesas de la zona, lo que hoy es Barbados, y desde donde se empezó a producir ron a gran escala y a importar a Europa.
Tipos
Hoy en día se comercializan tres tipos de ron que son fácilmente identificables por su color: blanco, añejo y dorado. A este último se le añade caramelo; de ahí que tenga ese color ámbar tan característico y reconocible. Por su parte el añejo presenta un tono algo más oscuro (además de un sabor más intenso y dulce) gracias a una elaboración que apenas ha variado desde su origen: la fermentación de la melaza y la destilación de esta.
En el caso del que tiene el tono más pálido y que sobre todo se usa como base de algunos de los cócteles más conocidos como es el caso del mojito o el daiquiri, su elaboración se hace a través de un filtrado por medio de carbón que es el que le quita ese tono dorado tan característico. Esta bebida, cuyo añejamiento suele durar de 18 a 36 meses, incluso en algunas fábricas se embotella directamente después de dicha destilación; por lo que es más fuerte.