Si algo tienen las hierbas aromáticas es que dan justo ese toque ideal que necesita un plato para ser simplemente perfecto. Las especcias pueden definir la personalidad de una receta, con el cilantro no podía ser menos. Un condimento con un aroma y un sabor que no pasa desapercibido gracias a esa chispa con aires cítricos y que se emplea sobre todo en las cocinas del norte de África, sureste de Europa y Oriente Próximo.
Dicen del cilantro que su origen se remonta hasta la época de los Faraones egipcios ya que en algunas de las tumbas de estos fueron encontrados restos de una planta que posteriormente se usó también en la Antigua Grecia. Fueron los romanos los encargados de ir extendiendo su cultivo y uso (no solo en la cocina) por el resto de su imperio.
Propiedades de lo más sanas
En el caso del cilantro, y siempre claro está se haga un consumo moderado, su ingesta revela una serie de beneficios saludables; entre ellos contar ofrecer propiedades antiinflamatorias, depurativas y diuréticas. De la misma manera, esta hierba aromática resulta aconsejable para regular y aminorar los niveles de colesterol, facilitar que se produzca una mejor digestión y ayudar en casos de náuseas.
Aún hay más. El cilantro es eficaz para mejorar nuestro sistema inmunológico, al tiempo que regula los niveles de azúcar en sangre y aporta al organismo un buen cóctel de salud en forma de magnesio, hierro y fibra. Y, si uno lo toma sobre todo en invierno, su carácter expectorante será un buen aliado natural para acabar con el catarro.
Un sabor peculiar
Sin embargo, pese a estas buenas noticias para la salud no son muchos a los que les guste comer algo que lleve cilantro. La razón es su peculiar sabor que para algunos resulta desagradable. Y esto tiene una explicación que va más allá del puro azar; una explicación científica. El origen está en un gen específico que se encarga de detectar el sabor de los aldehídos, un compuesto orgánico presente en la hoja del cilantro y también en jabones; de ahí que a muchos le recuerde a esto.
Eso sí, para aquellos a los que no les importe ese peculiar sabor o se vayan acostumbrando hay poderosas razones de salud para añadir de vez en cuando a la comida esta hierba aromática prima hermana del perejil. Y es que además de las propiedades antes mencionadas, un último apunte se refiere a su capacidad para actuar como un antibiótico natural capaz de atacar la membrana celular de las bacterias y acabar con estas dentro del cuerpo.
Condimento perfecto
Con la lección aprendida, en cuanto a las sanas bondades del cilantro, ahora solo falta saber usarlo con acierto en las numerosas recetas a las que se puede añadir este condimento. Una versatilidad en todo tipo de elaboraciones como ensaladas, salsas, guarniciones, sopas, guisos caseros, pescados, carnes, conservas, escabeches y hasta postres. Eso sí, con independencia de la receta, no es muy aconsejable cocinarlo con calor ya que al hacerlo pierde parte de su sabor y su aroma, y ni tampoco congelarlo.
Así pues, según la receta a seguir se puede emplear el cilantro añadiendo sus hojas picadas o bien las semillas enteras o molidas. De cualquier forma, es una planta de la que se aprovecha casi todo, también la raíz, las flores o los frutos sin secar y siempre da ese punto en boca con notas cítricas, frescas y penetrantes. Y antes de que llegue el momento de añadirlo a la receta elegida, un último consejo para su conservación óptima: lo mejor es mantenerlo en un recipiente hermético y consumirlo al cabo de un par de días ya que el cilantro se marchita y seca con rapidez.
Uso culinario
Todos aquellos que sean unos verdaderos amantes de la cocina del sudeste asiático habrán probado más de una vez el cilantro. Una hierba muy usada, por ejemplo, en la comida tailandesa o vietnamita para acompañar al curry y a otras especias. Más cerca, en algunos países europeos (sobre todo en la vecina Portugal) es muy apreciada esta planta sobre todo para los pescados y platos acompañados de ajo e intensidad.
Más en la zona centroeuropea, este condimento junto con otras hierbas aromáticas similares sirve de base para aromatizar y dar sabor a embutidos, algunos panes (como los de centeno) e incluso como un ingrediente más en la elaboración de cerveza casera. Peor, sin ir más lejos, en las Islas Canarias el cilantro es un elemento imprescindible para preparar su famoso mojo verde.