No solo se trata de uno de los mejores placeres de la vida, sino que dormir --y sobre todo dormir realmente bien-- es más que necesario para la salud. Tal y como recuerdan desde la Fundación Española del Corazón conseguir ese sueño reparador por las noches se traduce en una mejora de la creatividad y la memoria, una forma de mantener a raya el peso --el insomnio lleva en ocasiones hasta la nevera--, al mismo tiempo que actúa como protector cardiovascular, además de alejar la depresión al estar el cuerpo relajado y sereno.
Cada persona es un mundo y lo que para una es la fórmula perfecta para conseguir conciliar el sueño toda la noche, para otra no le sirve ni tan siquiera para cerrar los ojos un par de horas de madrugada. Lo mismo que hacerlo en pareja compartiendo la cama que de manera individual cada uno con su espacio. En este artículo se abordarán los pros en cada caso, además de desvelar qué dice la ciencia al respecto.
Aspectos positivos en cada caso
Dormir es algo muy personal y cada uno descansa y duerme de una manera. Por tanto, si se trata de rescatar los pros de dormir junto a otra persona en la mayoría de las ocasiones se hace mención a la seguridad y tranquilidad que da el acostarse por la noche al lado de la pareja ya que se reduce la hormona causante del estrés --cortisol--.
En el caso de los/las solteros que, de manera habitual, tienen la cama para ellos solos, los aspectos positivos se refieren a que en este caso cuentan con un espacio propio para moverse libremente, no hay que aguantar los ruidos o ronquidos de la otra persona, además de que cada uno tiene una temperatura corporal distinta. Así, mientras uno puede pasar calor en la cama y no parar de dar vueltas por ello, el otro quejarse por el frío de la noche.
¿Qué dice la ciencia?
Los más enamorados y que tienen la suerte de compartir su cama con esa persona amada están de enhorabuena. No solo por haber encontrado a esa media naranja con la que compartir todo, sino por tener un mejor descanso. Eso es lo que dice al menos la ciencia, o mejor dicho la revista científica Frontiers in Psychiatry, acerca de un estudio llevado a cabo para conocer qué era mejor para un sueño reparador: si compartiendo espacio con otra persona o bien durmiendo de manera individual.
Una conclusión, cuyas razones se detallan a continuación, que se desprende tras analizar a una docena de parejas y observar cómo dormían por la noche durante tres meses, cómo eran sus movimientos nocturnos y cómo respondía su cerebro cuando estaba en pleno descanso. De la misma manera se analizaron esos mismos parámetros nocturnos cuando se acostaban cada uno por su lado. Y ganaba cuando se dormía de dos en dos.
Sueño REM
Gracias a esta publicación se sabe que el funcionamiento del sistema nervioso central, periférico y autonómico de una persona es mejor cuando comparte cama con esa persona amada ya que se ha observado que esto influye de manera más que positiva a la hora de lograr que haya una mayor y mejor estabilización del sueño REM.
Esta fase suele ocupar el 25% de un ciclo de sueño completo y se caracteriza por un rápido y constante movimiento de los párpados, además de registrar una mayor actividad cerebral. Al contrario, los músculos están bloqueados, pero eso no impide que durante el sueño REM aparezcan las imágenes que uno sueña por la noche y que se capte información procedente del exterior.
Mejorar la higiene del sueño
Sea en pareja o sea solos, lo importante al fin y al cabo es descansar de la mejor manera posible para cada uno. Por ello, algunas recomendaciones básicas pasan --independientemente de si se comparte o no lecho-- por evitar las cenas demasiado copiosas, así como los estimulantes como la cafeína por la noche. Es mejor darse una ducha relajante, dejar el móvil y la televisión un buen rato antes de irse a dormir y leer un libro, escuchar algo de música tranquila o meditar unos minutos.
También el ambiente de la habitación influye a la hora de favorecer un mejor sueño: temperatura agradable, si es posible que sea un espacio donde no haya ruidos, con una humedad entre el 50% y el 70%, dejando fuera los dispositivos electrónicos y bien ventilada unos minutos antes de meterse en la cama.