Yayagram: el invento de un joven para comunicarse con su abuela

Los protagonistas de esta insólita y entrañable historia son una abuela de 96 años, Felisa, y su nieto Manuel. Este último ha sido el creador de un curioso aparato para comunicarse con la mujer por medio de notas de voz. Es el Yayagram, un invento que no solo busca poder mantener conversaciones con su abuela --sin que esta tuviese que usar el teléfono móvil--, sino conectar y acercar a las personas mayores como ella a las nuevas tecnologías. 

Lo que hace este sistema es enviar esas notas de voz tan comunes por medio de WhatsApp, pero en este caso utilizando el Yayagram que también permite imprimir dichos audios para que la otra persona pueda tenerlos y leerlos siempre que lo necesite. Un ingenioso dispositivo que Manu presentó a través de su cuenta de Twitter y que se ha convertido en toda una revolución del siglo XXI y más en un año protagonizado por la pandemia y la distancia entre familias. 

¿Cómo nace Yayagram?

Antes de poner en marcha este aparato, que tiene la apariencia de una antigua caja de transmisiones, este joven de Burgos buscaba algún método con el que su abuela Felisa --casi centenaria-- no tuviera que lidiar con las últimas tecnologías y con un teléfono móvil. Un smartphone que en la mayoría de las ocasiones para las personas mayores supone todo un quebradero de cabeza ya que no entienden cómo funciona --al igual que el conocido servicio de mensajería instantánea--, no ven bien los textos o no saben cómo escuchar o mandar esos audios. 

Con esta idea en marcha, Manuel --que es ingeniero de profesión-- ha creado este aparato que, además, ofrece todas las herramientas y pasos por si algún nieto se anima a hacer un Yayagram para hablar con esos seres queridos que se encuentran lejos y no son muy dados a la última tecnología. 

¿Cómo funciona?

El Yayagram dispone de una serie de mandos, un micrófono y una pequeña impresora para sacar en papel las notas de voz. Por medio de etiquetas, la persona que lo esté usando --en este caso una persona mayor como Felisa-- puede seleccionar el contacto con el que quiere comunicarse --cada uno va asociado a una etiqueta diferente-- cambiando simplemente un cable de lugar. Y todo por medio de un sistema de programación conectado con Telegram, el competidor de WhatsApp. 

¿Cómo se graba el mensaje? Muy sencillo. Este aparato --analógico y no digital-- emplea un botón rojo que se pulsa cada vez que un usuario quiere iniciar una conversación de voz. Al otro lado, el destinatario recibirá el mensaje en formato de audio Wav. El aparato, que no puede ser más sencillo de manejar, ofrece además varias luces de colores para indicar si está encendido, si está conectado para empezar un audio y un tercero que señala que el mensaje se está grabando correctamente. 

Telegram, sistema que emplea el joven para comunicarse con su abuela /Dimitri Karastelev en UNSPLASH

Los mayores y la tecnología

Las personas mayores no pertenecen a esa generación --de sus nietos o bisnietos-- que se encuentra dentro de lo que se llaman nativos digitales. Personas que han nacido en la era tecnológica y que usan estos dispositivos en su vida cotidiana como una parte más y sin que les resulte complicado. Caso contrario a estas personas para las que problemas de movilidad, auditivos o el deterioro cognitivo asociado a la edad hace complicado el poder comunicarse o entender estas aplicaciones.

Y eso que ya viven en una sociedad y un mundo donde cada vez todo se está digitalizando a pasos agigantados. Es lo que ocurre cuando uno quiere hacer algún trámite administrativo, concertar una cita médica o simplemente comunicarse con esos seres queridos que viven a cientos de kilómetros. Una brecha tecnológica, entre esos nativos digitales y estos migrantes digitales --como se conoce a los mayores--, que aparatos como Yayagram intenta hacer más reducida cada vez. 

Las ventajas digitales

Superados los primeros obstáculos, lo cierto es que la tecnología también trae una serie de ventajas beneficiosas para los más mayores de la casa. Y es que por medio de estos sistemas digitales o aplicaciones de última generación se ayuda a que estos usuarios puedan ejercitar su mente --y frenar y retrasar el deterioro cognitivo--, además de mejorar su movilidad cuando están practicando con las mismas. 

Pero hay mucho más. Estos dispositivos, en muchas ocasiones en forma de sencillos juegos o actividades, suponen todo un reto para ellos a la hora de mejorar su memoria, su concentración o ciertas habilidades como la capacidad de decisión, el razonamiento o hacer varias cosas a la vez. Además, mucha de esta tecnología revierte en su propia salud ya que les pueden ayudar con sencillas recomendaciones a la hora de cuidarse, mantenerse activos o seguir unos hábitos de vida saludable.