La vocación y la pasión por hacer lo que a uno le gusta ha llevado a Francis, un joven sin dedos en la mano izquierda, a abrir su propia peluquería.
El joven, de 20 años y original de Balerma (Almería), perdió sus dedos en un accidente en julio de 2020, cuando un petardo le explotó en las manos. El incidente lo dejó sin ni siquiera muñones.
Prácticas en el hospital
“Fue muy duro. Una locura. Todos lo pasamos muy mal”, reconoce. Tuvo que estar dos meses ingresado en un hospital y pensó en cómo seguir con su profesión.
Hospitalizado practicó con su mano derecha, ya que hasta el accidente era zurdo. Empezó por hacer caligrafía con los míticos cuadernos Rubio. Eso fue a la primera semana. Poco después de conseguir una buena escritura ya cogió las tijeras de nuevo.
Contra viento y marea
El primero que probó el resultado fue su padre. "Me sentía raro, pero quedó bien", reconoce. Pasados dos meses y medio ya controlaba lo suficiente para realizar cortes de pelo, lo que más le gusta.
Como una mano biónica es muy cara, 60.000 euros, por el momento dispone de un guante que le diseñó una amiga en el que acopla el peine y puede hacer su trabajo como si nada hubiera pasado. Los clientes le dicen que lo hace mejor que antes. Los médicos no dan crédito de su rápida recuperación.