Un aspirante a agente de la Policía Municipal de Madrid ha cometido un error que le costará no poder acceder jamás al cuerpo. Los vigilantes de la prueba lo han pillado con un auricular escondido en la camisa, que pretendía utilizar para recibir información desde el exterior durante el examen.
Las normas de la prueba de acceso fijan la prohibición taxativa de entrar en la zona de evaluación con móviles o otros dispositivos que abran la puerta a grabar, reproducir, trasmitir o recibir datos, imágenes o cualquier tipo de información.
Vetado para siempre
El pasado sábado 27 de marzo se iniciaron en la Casa de Campo las pruebas para conseguir una plaza en la Policía Municipal de Madrid. Se espera poder cubrir las 300 vacantes que el Ayuntamiento de Madrid convocó el pasado 1 de julio.
De los 300 aspirantes, uno, o al menos a él fue al que pillaron, incumplió las normas, y lo hizo de una forma sofisticada: el auricular que llevaba estaba conectado a una batería externa. Sin embargo, lo interceptaron, y esta mancha negra en su currículum supone que se ha cerrado para siempre su puerta de acceso a las fuerzas del orden madrileñas.