Una mujer de 80 años llamada Christina Malley había sido citada para vacunarse en el centro sanitario cercano a su casa, en Aberdeen (Escocia). Sin embargo, no acudió, por lo que las encargadas de suministrar la dosis se desplazaron hasta su domicilio. El resultado no podía ser más inesperado: llevaba muerta 12 años, y el cuerpo estaba dentro de la casa.

En un primer momento, las enfermeras llamaron al timbre y encontraron al marido de la fallecida, que les comunicó que Christina estaba fuera del país. Sin embargo, cuando vieron el cadáver llamaron a la policía, que les confirmó que llevaba más de una década muerta.

Investigación en curso

Tras el hallazgo la policía escocesa se ha puesto manos a la obra para intentar determinar cómo y cuando falleció la anciana, la fecha de su muerte es una aproximación que hacen de acuerdo con el estado del cuerpo, pero aseguran que es más de una década seguro.

También surge otra pregunta, y es la de entender porque el marido no comunicó el fallecimiento de su esposa en su momento, y como ha podido convivir con el cuerpo todos estos años. De la misma forma, tiene difícil explicación que nadie en tanto tiempo haya preguntado por Christina Malley.