Las practicas sexuales son muchas y variadas. Los juegos con alimentos siempre han tenido algún tipo de atractivo, pero hay una nueva moda que se ha vuelto muy peligrosa.

Se trata del figging, también conocido en algunos ámbitos del sadomasoquismo como la tortura del jengibre. Precisamente porque tiene a este producto como protagonista.

Sensaciones

Dicha práctica sexual, enmarcada en las prácticas de bondage, disciplina, dominación, sumisión y masoquismo (BDSM), consiste en introducir este tubérculo en el recto de una persona.

Lo que hacen las personas que sienten placer con esta experiencia, cortan la piel del alimento e incluso le dan forma de vibrador para que sea más fácil introducirlo. Esto provoca cierto dolor, pero a la vez placer en algunas personas, pero es muy peligroso.

Riesgos

Las profesionales de la salud alertan de que el jengibre puede romperse y quedarse dentro del cuerpo, lo que no sólo sería molesto sino también provocar una gran irritación de la zona.

Este tipo de prácticas provoca cierto ardor tanto en el ano, como allí donde se introduzca. Y algunos también lo hacen con cebollas o pimientas con similares efectos nocivos.