Los directores de ingeniería son el colectivo profesional mejor pagado de España, según un informe de la consultora Spring Professional. Ganan de media 73.863 euros, casi 2,7 veces el salario medio.
Los otros dos puestos que completan el podio son el de analista de fusiones y adquisiciones (68.750 euros) y director médico (63.922). En el top 10, también se encuentran directores tecnológicos (CTO), business partners de recursos humanos, responsables auditores, directores de operaciones, responsables de promoción inmobiliaria, jefes de desarrollo de negocios y jefes de grupo de edificación.
Economía de pandemia
Las empresas que más han crecido desde que empezó la crisis sanitaria son las de salud, comercio electrónico, compras y logística y tecnologías de la información. Por ello, la consultora del grupo Adecco vaticina que estos son “los únicos sectores en los que puede haber un incremento de sueldos”.
En el extremo opuesto, las compañías más castigadas son las constructoras, inmobiliarias, empresas industriales y el sector de recursos humanos. “Se han desplomado por la falta de actividad”, apunta el estudio. En cambio, bancos, aseguradoras, entidades financieras y jurídicas y empresas de gran consumo han conseguido resistir un poco mejor el choque económico, pero deberán reestructurarse.
Las profesiones mejor pagadas en España por sectores / STATISTA
Caída salarial
Spring destaca el “reajuste generalizado de los salarios en los próximos meses”, que según el Banco de España, será de entre el 10 y el 15%. La consultora considera inevitable que los sueldos bajen, puesto que la pandemia ha desencadenado un frenazo en la actividad económica y un aumento del paro.
Los más susceptibles de sufrir un recorte en su remuneración son los sectores más golpeados por la crisis. Es el caso de las compañías del área industrial: el 30% planea recortar salarios en los próximos meses. Una cuarta parte de los trabajadores del sector ya se ha visto afectada por un ERTE. No es el único ámbito en el que la recuperación va a costar más. La caída en la demanda de vivienda y el previsible parón en la obra pública son otros factores que presionarán a la baja la ocupación y los salarios.