Arturo Pérez-Reverte es uno de los autores españoles con más éxito de todos los tiempos. Cada vez que escribe un libro no solo es noticia, sino que rápidamente se encarama a los primeros puestos en la lista de ventas.
Y precisamente eso es lo que probablemente ocurra con la última obra que ha presentado, titulada Línea de fuego, en la que por primera vez se decide a hablar directamente de la Guerra Civil Española. Según el autor de Cartagena, era el momento por “el desconocimiento y la ignorancia” existentes en torno al conflicto.
“Línea de fuego”
En su nuevo libro, Pérez-Reverte sitúa al lector a finales de julio de 1938, en plena batalla del Ebro, una de las más sangrientas de la guerra. Para ello utiliza una localidad inventada --Castellets del Segre-- y cuenta la acción desde la perspectiva de personajes ficticios creados para la ocasión. De hecho, se centra en esas personas que sufrieron en sus carnes el terrible conflicto, en primera línea de batalla, luchando por no desfallecer.
“Yo conocía lógicamente a los que hicieron la guerra civil: mi padre, mi abuelo, mis tíos... Estuvieron en uno y otro bando. Si les preguntabas callaban, luego supe que porque no querían contaminarnos del odio que vivieron. Pero esta gente ya ha muerto y entonces ahora solo queda el discurso ideológico, que está siendo utilizado de manera muy clara”, expuso en la presentación de la novela, a lo que añadió: “No se vio morir gente por una bandera o por salvar España, sino por un poco de agua, un trozo de pan o por vengar a un amigo”.
Best sellers
Con esta nueva incursión en el mercado editorial, Pérez-Reverte suma un nuevo libro a su ya extensa obra, en la que se amontonan títulos que ya forman parte de la historia literaria contemporánea. Y muchos de ellos siendo un gran éxito de ventas, como es el caso de su incursión histórica en la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid.
Su visión sobre este personaje histórico y mítico la recogió en Sidi, una novela en la que se centra en la relación del guerrero con sus hombres una vez que ha sido desterrado. Descarnada y llena de detalles bélicos, la obra no narra la vida completa del Cid, sino que se enfoca en un momento de la misma.
Obras más destacadas
El autor no tardó en sorprender a la crítica y a los lectores. De hecho, ya en 1988, con El maestro de esgrima construyó una trama que sigue cautivando a quien se deja seducir por Jaime Astarloa, el personaje al que se refiere el título y que se ve involucrado en una conspiración política en la España isabelina de segunda mitad del siglo XIX.
Su siguiente novela supuso el espaldarazo definitivo a su carrera como escritor, justo cuando era corresponsal de guerra. Y es que La tabla de Flandes no solo funcionó en España, sino que también tuvo éxito en otros países. En ella, una restauradora de arte se enfrenta al misterio que hay en la partida de ajedrez que se juega en un cuadro del siglo XV.
Dumas por partida doble
En 1993 se publicó otra de sus obras más conocidas: El club Dumas. En este thriller se unen dos subtramas relacionadas entre sí y protagonizadas por Lucas Corso. Una de ellas se refiere a un tratado demonológico medieval, mientras que la otra está relacionada con el escritor Alejandro Dumas.
Y tres años más tarde, Pérez-Reverte crea a su personaje más conocido, precisamente tomando como referencia las obras de Dumas. En El capitán Alatriste comienza las aventuras de este soldado veterano que se juega la vida en la España del siglo XVII. Posteriormente publicaría nuevas entregas, convirtiendo a Alatriste en uno de los personajes más conocidos de la literatura española actual.
Siglo XXI
Ya en el nuevo siglo Pérez-Reverte ha diversificado aún más su repertorio y ha seguido con su producción literaria. Por ejemplo, en el año 2002 publicó La Reina del Sur, una de sus mejores novelas que incluso se ha convertido en una telenovela de éxito en Hispanoamérica. En La Reina del Sur cuenta la historia de Teresa Mendoza hasta convertirse en una de las mayores traficantes de droga del mundo.
No menos impactante fue su Un día de cólera, contando los sucesos del 2 de mayo de 1808 en Madrid y basándose para ello en decenas de personajes reales que se enfrentaron a los invasores franceses. Y tampoco tiene que envidiar a Teresa Mendoza en cuestión de personalidad una de sus últimas creaciones: el agente Falcó, un tipo seductor, elegante e interesado, que se mueve como pez en el agua en la España de la Guerra Civil.