Además de los negacionistas del Covid-19 y los creacionistas, en el mundo no son pocos los que aún no tiene claro que la Tierra sea redonda. Son los conocidos como terraplanistas y fijan el fin del mundo en Lampedusa (Italia), donde se ha producido un increíble rescate.

Una pareja de italianos, convencidos de que el Planeta es plano partieron con su veículo el mes de abril --en plena época de confinamiento-- desde Venecia rumbo al aeropuerto de Termini Imerese, una localidad cercana a Palermo. Una vez allí vendieron su coche para hacerse con una embarcación y emprender su viaje a la isla del Mediterráneo.

Compra-venta

Los aventurados exploradores no tuvieron mucho éxito en su hazaña. No sólo no llegaron a Lampedusa, sino que tomaron mal el rumbo y acabaron en la costa de Ustica, al norte de Palermo. En dirección completamente contraria.

Fue en esa zona donde la guardia costera y de los Carabinieri interceptaron el barco y a la pareja. Aún sin conocer la historia, los agentes ya tuvieron una primera sorpresa.

Peligro: móviles

La pareja, al ver que los policías se aproximaban a su embarcación empezaron a gritarles. “¡Atentos, dejad los teléfonos o manteneros alejados!”, les inquerían ante la supuesta peligrosidad de las redes de telefonía y de los propios móviles.

Los agentes respetaron a los navegantes y los escoltaron hasta la costa donde les tomaron declaración y finalmente les acabaron imponiendo una cuarentena en el lugar. Durante el interrogatorio, los policías descubrieron un dato curioso.

Brújula y fuga

“La cosa divertida es que se orientaban con una brújula, un instrumento que funciona sobre la base del magnetismo terrestre, un principio que ellos, que son terraplanistas, deberían rechazar”, subraya el médico de la oficina de sanidad marítima de Palermo, Salvatore Zichichi.

Más allá de la diversión, los aventureros volvieron a actuar. Huyeron, de nuevo pese a la imposición de confinamiento que decretaron las autoridades. Aun así, no les fue muy difícil encontrarlos. Tres horas después de su fuga, los encontraron dando vueltas con su barco cerca de Palermo.

Reclusión

De nuevo en tierra, retenidos para que guardaran cuarentena, volvieron a esperar un tiempo para volver a las andadas. “Pocos días después intentaron escaparse de nuevo y acabaron en casa de un mitómano que aseguraba tener coronavirus, aunque afortunadamente no lo era”, explicó Zichichi.

Ante la reiteración de los hechos, la policía decidió enviarlos a Sicilia para cumplir el confinamiento. Esta vez lo cumplieron. Cuando finalmente Italia levantó las restricciones de movimiento, los terraplanistas volvieron a Venecia. La embarcación con la que trataron de llegar a Lampedusa sigue anclada en Palermo.