Los bares lo están pasando mal por la crisis del Covid-19 y más en las zonas más turísticas. La escasez de visitantes pone en riesgo varios negocios de hostelería, pero parece que hay algunos que prefieren compensar la falta de clientes con subidas de precios.

 

 

El coronavirus deja casi sin turistas el centro de Barcelona / EP

Un chiringuito de Formentera se ha hecho impopularmente conocido después de que se hiciera público los cargos a unos comensales.

Platos caros

Los responsables de divulgar la imagen evitan poner cuál fue el coste final del ágape, pero asciende a más de 600 euros si se hace la suma de parte del ticket.

Es conocido que comer en un bar a pie de playa siempre suele ser un poco más caro. Por eso no sorprende algún precio de ciertas cosas que pidieron, como un plato combinado a 12 euros, una parrilla de pescado a 50 euros y un plato de arroz con caravineros a 45 euros. Precios altos, aunque aún comprensibles para algunos.

Bebidas de lujo

El escándalo han sido los precios de las bebidas y algún entrante. Un aparte de pan con alioli les costó 16 euros y una ensalada con aguacate alcanza ya los 30 euros. Los precios de los líquidos aún son más desorbitados. Una cerveza alcanza los 5,50 euros, pero aun así sale más barata que una botella de agua (8 euros).

Pero ha sido la sangría lo que ha causado sensación. La bebida estrella del verano les costó a los comensales 60 euros cada una y se pidieron tres. Las redes sociales han estallado contra el bar a los que algunos tachan de “ladrones” y no hacer ningún favor a recuperar el turismo en un año de crisis. Otros, en cambio, reprochan a los clientes que no hubieran consultado antes los precios.