La indignación vecinal a veces tiene respuestas inesperadas. Esto es lo que les ha pasado a unos vecinos que se quejaron por los ruidos que hace una pareja durante el sexo.
Ante el ímpetu pasional, los afectados decidieron colgar un cartel en el ascensor de la finca, para que los aludidos tomaran medidas al respecto.
Queja vecinal
El mensaje acusaba a la pareja de “gozar como perros” a las 4.30 de la madrugada. Recordaba que en el bloque hay gente que trabaja y madruga y se desvela ante tanta fogosidad.
La queja insistía en el hecho de que al ser verano “dormimos con las ventanas abiertas”. Esto, sumado “al silencio de la noche”, propicia a que se escuche todo”, por lo que emplaza a los interpelados a que en el futuro cierren las ventanas o “griten algo menos”.
Post-it de respuesta
La pareja ha entendido el mensaje. Lejos de entrar en un conflicto vecinal ha decidido responder a la petición. Lo ha hecho de manera más escueta, con un post-it adherido a la misiva. “Lo sentimos. Procuraremos contenernos”, aseguran, pero lejos de sentirse avergonzados revelan su identidad: “Firmado, Sergio y Edu”.
La historia y la sorprendente respuesta se ha hecho pública a través de las redes sociales, donde la anécdota no sólo se ha hecho viral, sino que también ha generado infinidad de comentarios.