Llevar a una mascota en el coche es una necesidad en muchas ocasiones y sin duda un placer. Poder compartir tiempo y experiencias con los amigos fieles es algo a lo que no se debería renunciar. Pero, a veces, puede suponer un peligro si no se hace como se debería. Por ello, RACE y Royal Canin acaban de emitir un informe titulado Animales de compañía y Seguridad Vial en el que hablan acerca de este tema, para concienciar a la población y evitar accidentes que podrían llegar a ser muy peligrosos.
No es un tema baladí y de hecho debería existir más conciencia en cuanto a esto ya que es algo importante que debería conocerse con detalle al igual que se conoce cómo funcionan los desplazamientos de niños o adultos. Un 36% de los españoles lleva a su mascota en el coche en alguna ocasión, pero no siempre lo hacen con el sistema de retención adecuado ni tienen en cuenta las necesidades físicas de su mascota, que puede pasarlo mal en situaciones como el calor o el frío.
Sistemas de retención
Un sistema de retención adecuado es clave para evitar accidentes más graves en caso de que haya alguna colisión. De hecho, según este estudio, un 12% de los desplazamientos en coche no llevan ninguna retención, algo que podría provocar un gran peligro tanto para los animales como para los ocupantes del vehículo. Los pesos se multiplican con los impactos y la velocidad, por lo que el daño puede ser muy grande y es importante contar con un buen sistema de retención para las mascotas, igual que las personas utilizan cinturón de seguridad.
Existen sistemas de retención adecuados según el peso y el tamaño del animal. Hay que tener en cuenta que incluso las mascotas pequeñas deben ir bien protegidas ya que, en caso de colisión si la velocidad es superior a 50 kilómetros por hora, un animal suelto multiplicaría por 35 su peso, por lo que el golpe contra otra persona o contra otro objeto podría llegar a ser mortal, tanto para el propio animal como para las personas que viajan con él y es algo perfectamente evitable.
Transportín
No se debe fijar a un animal al coche mediante el cinturón de seguridad, ni siquiera la caja con la que se le transporte, ya que no están diseñados para esto y podrían salir despedidos al mínimo movimiento. Los animales pequeños deberían ir en un transportín colocado en el suelo de los asientos traseros, mientras que los medianos pueden ir en un transportín en los asientos, lo más cerca posible del respaldo y en dirección transversal a la marcha.
En el caso de los animales grandes, habrá que optar por una rejilla que los separe del conductor.
Control de temperatura
Otro de los errores más comunes a la hora de llevar a la mascota en el coche es no tener en cuenta que sus necesidades de calor o frío pueden ser muy diferentes a las de las personas. Por lo general, los animales suelen acusar mucho más el calor, por lo que nunca, bajo ningún concepto, se deben dejar en el coche mientras se descargan las maletas o se hace la típica parada a mitad de camino para tomar un café o un bocadillo. Estos minutos en un coche, sin ningún tipo de ventilación, puede llegar a ser mortales para ellos.
Durante el viaje también se debe cuidar que el animal no pase calor, poner la climatización a una temperatura adecuada y ventilar de vez en cuando el habitáculo para que se refresque el ambiente. Ni el calor excesivo ni el frío intenso son buenos aliados. También es recomendable fijarse en su comportamiento. Por lo general el coche les inquieta, pero si se perciben jadeos o si no responde a las llamadas de las personas que viajan con él, es recomendable hacer una parada para comprobar que todo marcha bien y también para tranquilizarle.
Comida y bebida
Vigilar a un animal durante un viaje en coche no solo es llevarle con un buen sistema de retención o controlar la temperatura. Para que el desplazamiento no suponga un peligro para él, hay que parar en alguna ocasión durante el camino para transmitirle tranquilidad, que pueda moverse un poco y que interiorice el vehículo como algo normal, especialmente si es su primer viaje.
También hay que ofrecerle bebida, ya que la deshidratación podría poner en peligro al animal, así como comida durante estas paradas.