El uso de la mascarilla es obligatorio en todos los espacios abiertos y cerrados de España. Aun así, hay momentos en que está permitido sacársela, para beber y comer, además de dentro de la residencia habitual. El problema es qué hacer con este accesorio cuando no se está usando.
La mayoría de las personas suelen optar por tres opciones. Una de ellas es ponérsela en cualquier parte del brazo, hay quien prefiere guardarla en la mochila o bolso o en un bolsillo de éstos. Por último, están aquellos que directamente se la dejan en la barbilla y se la van poniendo y sacando.
Equivocaciones
En casa en cambio, también se puede ver cómo el perchero se convierte en el lugar perfecto donde dejarla, cuando no en alguna mesa de la vivienda Y no, ninguna de estas maneras es la más correcta para guardarla.
Lo han explicado varias veces los políticos, lo recuerda la Sociedad Española de Microbiología (SEM) y, ahora, el Ministerio de Sanidad ha decidido poner en un vídeo las recomendaciones de los expertos sobre qué hacer con la mascarilla cuando no se usa.
Consejos para una mejor manipulación de las mascarillas / MINISTERIO DE SANIDAD
Lugar seguro
En primer lugar, es fundamental lavarse las manos --con agua y jabón o gel hidroalcohólico-- cuando uno proceda a sacarse la mascarilla y cuando lo hagamos, agarrarla por las cintas, sin tocar la tela y menos aún la parte interior. Si al hacerlo, uno considera que está sucia, es mejor tirarla, y hacerlo en una bolsa de basura.
En caso de que la mascarilla se pueda reutilizar viene el momento de guardarla en un lugar seguro e higiénico. La mejor opción es hacerlo dentro de un sobre de papel nuevo, limpio, que no se haya usado previamente. Si uno se ha lavado las manos antes de sacarse el cubrebocas se puede volver a usar ese mismo sobre en otras ocasiones, pero se recomienda cambiarlo con frecuencia.
Ventilación
Otra opción es guardarla en una bolsa de tela o de papel, siempre que no se haya usado antes, sino puede ser un foco de infección. Asimismo, es más que recomendable que dicha bolsa no se use posteriormente para otros usos ni mascarillas.
De todos modos, se guarde en un sobre o en una bolsa, es fundamental que éstos estén en zonas bien ventiladas. Esto hace inviable que se deposite estos contenedores de mascarillas en bolsas de plástico, que apenas deja pasar el aire.
Reducir riesgos
Es conveniente que siempre se guarde la mascarilla del mismo modo, es decir, que se doble siempre por el mismo lugar. De este modo, se reduce el riesgo de contaminación.
Por último, a la hora de volverse a colocar el tapabocas, se debe repetir el mismo procedimiento que a la hora de sacársela: limpiarse las manos antes de retirarla de cualquier lugar donde se haya dejado y colocársela tocando lo menos posible la zona de tela.