Con una población que se mueve en torno a las 30.000 habitantes, Sitges es una de las poblaciones más turísticas de Barcelona, a tan solo 38 kilómetros de la Ciudad Condal. Es uno de los destinos por excelencia para los catalanes que buscan un plan de un día o para visitantes a la comarca que desean unas vacaciones en un entorno idílico. Sitges es un destino LGTB, pero también acoge un importante Festival de Cine, cuenta con mucha oferta hotelera y sus paisajes merecen la pena una visita.
Está situado en la comarca del Garraf, entre los municipios de Gavá y Castelldefels y con abertura al Mar Mediterráneo. Su carácter principalmente turístico ha hecho de Sitges uno de los lugares con más planes culturales, naturales y de ocio, tanto para el visitante de un día como para el turista nacional e internacional que llega hasta la ciudad buscando descanso, playa, fiesta o planes para toda la familia. La Playa de San Sebastián es uno de sus puntos calientes, pero también son muy destacables sus museos.
Qué ver en Sitges
Los museos son unos de los atractivos de la ciudad. A pesar de su pequeño tamaño, cuenta con diferentes centros culturales. Por ejemplo, uno de los más destacados es el Museu de Maricel, especializado en arte y esculturas, donde las vistas que se tienen desde sus salas son protagonistas. El Museu del Cau Ferrat es un museo biográfico del pintor Santiago Rusiñol. El Museu Romántico Can Llopis conserva una amplia colección de objetos del siglo XIX, algunos muy curiosos, mientras que el Museu del Ferrocarril de Catalunya es un buen plan para toda la familia.
Otros sitios imprescindibles para ver en Sitges es la Casa Bacardi, donde se puede hacer un recorrido por la historia de esta famosa marca de bebidas alcohólicas, probar sus cócteles y disfrutar de un espacio para compartir con amigos. Para los amantes de las iglesias bonitas, la Parroquia de Sant Bartomeu i Santa Tecla es visita obligada. A destacar también el Monasterio Budista del Garraf, ubicado a pocos kilómetros de Sitges.
Playas de Sitges
Pero, más allá de su oferta cultural o de ocio, es evidente que lo más atractivo de Sitges a nivel de turismo son sus playas. Es uno de los destinos nacionales e internacionales por excelencia, y gran parte de su éxito se lo debe a sus playas en el Mediterráneo, con una temperatura cálida del mar y unos bonitos paisajes. Una de las más populares es la playa de San Sebastián, fama que se la debe no solo a sus vistas, también a la gran afluencia de terrazas y bares donde tomar una cerveza con un pincho.
La Playa de los Balmis es otro de los referentes en esta ciudad, con un ambiente tranquilo y también algún sitio para comer. Si lo que se busca es una playa extensa con arena fina, la Platja Vilanova es la opción perfecta. Por último, posiblemente la más bonita de Sitges es la Platja de l’Home mort, una cala a unos kilómetros de Sitges que bien merece la pena la visita por las preciosas vistas que se tienen desde ella. Está tranquila normalmente, aunque se necesita coche para llegar.
Dónde comer en Sitges
Si lo que se busca es un sitio para comer, Sitges, por su carácter turístico, tiene buenas opciones. Hay opciones muy económicas para quienes busquen un plan low cost, con menús, bocadillos o platos combinados sencillos. Por ejemplo, Incógnito Café Bar (carrer d’Europa, 16) o Restaurante Komokieras (carrer d’Espalter, 23) son algunas opciones en el centro de la ciudad. En esta misma zona pero con una carta más elaborada, destaca el restaurante mediterráneo Sitges Bon Estar (carrer de les Parellades, 63) o Mamá #5 Sitges (carrer de Sant Bonaventura, 5) basado en cocina fusión.
Pero cuando se va de vacaciones lo que se quiere es disfrutar de una comida con vistas al mar. En este caso, en las zonas de las playas de Sitges, con gastronomía basada en el mar Mediterráneo, mariscos, pescados y arroces, destacan Restaurante El Mascarón, Restaurante Mare Nostrum y Restaurante Club Nautic de Sitges.