Es un buen momento para limpiar la nevera, tal y como recomienda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y los fabricantes de las grandes marcas. Es algo que debería hacerse cada dos o tres meses para mantener la higiene, reducir el consumo eléctrico y mejorar la conservación de los alimentos. Para que estos factores se sigan cumpliendo no solo basta con la parte interior, hay que limpiar las neveras tanto por dentro como por fuera.
El punto a tener más en cuenta es la ubicación del evaporador del frigorífico, dado que cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes y requiere unas operaciones de limpieza algo diferentes. Mientras algunos modelos necesitan realizar un mantenimiento más frecuente, otros prácticamente no necesitan ser tocados. Una característica a tener en cuenta cuando se tenga que comprar uno de estos aparatos.
Sistema 'No frost'
No frost significa, literalmente, "sin escarcha". La ventaja es que, de esta forma, no es necesario desenchufar y retirar manualmente el hielo cada cierto tiempo. El inconveniente es que quita algo de espacio de almacenamiento, pues en el congelador hay una cavidad interior adicional donde se aloja el evaporador.
También cuenta con un sistema calefactor que retira el hielo que haya podido quedarse adherido a la nevera. El resultado es que se bque pasa al congelador mediante ventilación. Es importante que los alimentos estén bien cubiertos para evitar que ese aire los reseque.
Sistema de 'Frío cíclico'
Es el sistema más común en los frigoríficos que cuentan con el congelador en la parte superior. Las conducciones de evaporador están entre los distintos cajones del congelador, produciéndose zonas frías en las que se van depositando los cristales de hielo.
Para el consumidor, este sistema implica tener que vaciar el aparato, desenchufarlo y limpiarlo cada cierto tiempo, con todo el trastorno que esto supone.
Sistemas 'Low frost' o 'Smart frost'
Es una variante del sistema No frost, pero aplicado más recientemente a los frigoríficos de dos puertas. No evita totalmente la formación de escarcha en el congelador, pero minimiza el grado de formación de hielo.
De esta forma, aunque no se evita la limpieza manual, hay que hacerla con mucha menor frecuencia. El evaporador, en lugar de situarse en el interior del congelador, se encuentra alrededor del mismo, dentro de sus paredes.
¿Qué se puede usar para limpiar una nevera?
Para la limpieza regular de las paredes del frigorífico, basta con soluciones caseras a base de vinagre, bicarbonato o limón mezclados con agua. Aunque, para los que no se fien de los remedios caseros, bien sirve cualquier producto específico de limpieza.
En el exterior, si está situada cerca de la cocina, se recomienda el uso de un quitagrasas. Y, para eliminar los malos olores, se puede introducir en su interior un tallo de apio o una taza con bicarbonato de sodio. La limpieza de la zona del congelador dependerá del tipo de aparato y de su forma de producir el frío.
¿Cómo limpiar a fondo el frigorífico?
Al identificar el tipo de nevera, sabremos la frecuencia con la que deberá ser limpiada. Para realizarla a fondo, hay que vaciar el frigorífico y desenchufar el aparato para su posterior retirada de la pared. Cuando toque el aire en todas las paredes del electrodoméstico:
- Serpentín: un mal mantenimiento puede repercutir en su funcionamiento, dado que es el tubo que recorre la parte trasera del aparato y es donde más polvo y suciedad se acumula. Para quitar el polvo, basta un aspirador tipo trineo o escoba, o un cepillo suave, para retirar la suciedad con cuidado.
- Gomas de las puertas: limpiarlas evitará que se estropeen antes de tiempo, además de asegurar el cierre estanco de los compartimentos. Así, se mejora la temperatura interior y la conservación de los alimentos. Se puede usar un estropajo con solución limpiadora y, para las zonas difíciles de alcanzar en los pliegues de las gomas, un cepillo de dientes sirve.
- Puertas y exteriores: se pueden limpiar las puertas, los laterales y la parte superior con una solución casera o el producto específico de limpieza.
- Interior del frigorífico: hay que retirar todas las estanterías y accesorios para fregarlos. Los más pequeños se pueden lavar en el lavavajillas, mientras que los más grandes se pueden meter en una bañera o en el fregadero. Se debe frotar bien el interior de la nevera con un estropajo suave para, posteriormente, retirar los restos de suciedad con una bayeta totalmente limpia y evitar, así, posibles malos olores.
- Interior del congelador: se puede colocar una toalla o una bayeta absorbente debajo para recoger el agua que pueda salir a medida que se deshaga la escarcha. Pueden quedar trozos de hielo en las paredes del congelador. ¡OJO!: no pueden ser rascados con un cuhillo u objeto punzante, ya que podrían dañar el aparato. Lo mejor es aplicar el mismo limpiador que se haya usado para el interior de la nevera, ya que tiene poder descongelante. Una vez se termine, es importante aclarar bien y retirar cualquier resto de limpiador que podría transmitir olores a los alimentos.
- Una vez finalizada la limpieza, se puede colocar la nevera en su sitio. Se recomienda dejar 5 centímetros de separación con la pared, para que pueda haber una buena circulación de aire.