El estado de alarma por el nuevo coronavirus ha provocado el cese inmediato de la actividad para los negocios del sector de la restauración. Las medidas para poner fin a la pandemia exigen a las familias el confinamiento dentro de sus hogares, y solo pueden salir a la calle en casos de extrema urgencia. Esta situación ha derivado en un cierre parcial de restaurantes y bares en todas las ciudades del país.
Aún así, en los núcleos urbanos de mayor población sigue funcionando el servicio a domicilio. Muchas cadenas de restaurantes ofrecen sus productos, siempre y cuando el destino sea el hogar de sus clientes. En la mayoría de las ocasiones los repartidores tratan de evitar el contacto directo con el usuario, a fin de evitar cualquier tipo de contagio. Dejar el producto en la puerta o el uso de medidas higiénicas indispensables son algunas de las prácticas adoptadas.
La comida rápida no falla
La conocida cadena de hamburgueserías Burguer King esuna de esas empresas que siguen aceptando pedidos en tiempos de crisis sanitaria. El cliente puede hacerlo desde la web o la aplicación de la que disponen, como si de una situación normal se tratase. Eso sí, los tiempos de entrega se suelen demorar debido a la disminución de empleados durante el estado de alarma.
Los mismos motoristas se encargan de trasladar el alimento desde el restaurante hasta el hogar del cliente. Además de la aplicación de la conocida empresa de restauración, los productos de Burguer King se pueden seleccionar desde otras vías igual de accesibles. Una de las más comunes es la plataforma Just Eat, que también facilita la entrega a domicilio.
Resistiendo en tiempos complicados
Al igual que Glovo o Deliveroo, Just Eat integra un gran número de restaurantes en su catálogo. Desde la aplicación correspondiente, el cliente introduce su ubicación y automáticamente aparecen cuáles son los establecimientos gastronómicos más cercanos que todavía disponen de servicio a domicilio. Tras la crisis del coronavirus, muchos de estos siguen en pie y Just Eat representa una de las opciones para poder entregar la comida al usuario.
La variedad constituye uno de los puntos fuertes de esta plataforma. Y es que en Just Eat no solo aparecen las conocidas cadenas de comida rápida, sino que se puede escoger entre una amplia selección de restaurantes. En ella se puede encontrar sushi, pizza e incluso cocina tradicional procedente de locales clásicos que han querido aprovechar el auge de las nuevas tecnologías. Barcelona es una de las ciudades donde el servicio sigue funcionando.
Del restaurante a casa
La pandemia ha obligado a los ciudadanos a acudir a los supermercados en busca de las provisiones necesarias para el confinamiento. A pesar de tener la despensa llena, muchas personas valoran la posibilidad de seguir disfrutando de sus restaurantes preferidos también desde casa. En Barcelona, cientos de establecimientos mantienen las cocinas activas para abastecer, a domicilio, las peticiones de sus más fieles clientes.
Los restaurantes italianos, japoneses o indios siempre resultan ser buenos alicientes para pedir a domicilio. En la Ciudad Condal residen locales como Pizza al Vol o La Balmesina que ofrecen el traslado de sus productos, de origen italiano, durante la cuarentena. Si la idea es disfrutar de una buena comida asiática, Monster Sushi es otro de los locales que disponen de servicio a domicilio.
Para celíacos y veganos
La capital catalana cuenta con muchos establecimientos de alimentación que también facilitan otras variedades culinarias bastante demandadas. La cocina vegana y sin gluten también están a salvo durante el estado de alarma. Flax y Kale o SomSacs representan dos de las opciones más viables dentro de este ámbito, aunque hay muchos más.
El primero es un reconocido establecimiento, gracias a sus zumos elaborados con ingredientes 100% naturales y sus menús con platos vegetarianos. SomSacs se basa en una oferta más cercana a la comida sana tradicional y cuenta con una gran variedad de platos sin gluten. Este restaurante se ubica a pocos metros del estadio del F.C. Barcelona, más concretamente en la Plaza del Sol de Baix.