La crisis del coronavirus, sumado a la cuarentena global que se está produciendo, ha provocado la compra compulsiva de varios productos en los supermercados. El miedo a quedarse sin ellos ha derivado en una estampida de clientes atacando, por ejemplo, el papel higiénico en España.
Pero cada país es un mundo, y prueba de ello es el miedo al coronavirus. Mientras aquí se creaban colas kilométricas para comprar los rollos de papel o ingentes cantidades de tabaco, los neerlandeses se formaban largas esperas para hacerse con algo de marihuana.
Largas colas de espera
En los Países Bajos, la venta de drogas blandas como el cannabis es legal. Se venden libremente en los llamados coffe shops, aunque nunca más de cinco gramos por persona y día. Del mismo modo, tampoco pueden comprarlas los menores de 18 años.
Cuando el Gobierno neerlandés decretó el cierre de este tipo de locales por el confinamiento antiexpansión del coronavirus, la fiebre por consumir marihuana durante la cuarentena desató largas colas en importantes ciudades como Ámsterdam o Utrech, dejando imágenes muy curiosas como esta: