Semana Santa es una época de tradiciones, de recogimiento y emoción, pero también de festejos. En España se vive especialmente esta semana grande y algunas de sus procesiones son conocidas mundialmente, otras, algo más desconocidas, ofrecen a sus visitantes un momento muy curioso, inolvidable. Hay muchas tradiciones de Semana Santa que merece la pena descubrir para vivir esta temporada de una forma original y diferente, integrándose en la cultura del lugar que se visite.
Hay quienes prefieren escapar de esta 'fiesta' y quienes buscan precisamente lo contrario, disfrutar de ella de la forma más auténtica posible. Por eso, conocer estas tradiciones es una gran idea para conocer más sobre ella y, por ende, descubrir más sobre la cultura española.
La madrugá de Sevilla
Sevilla es probablemente la ciudad que vive la Semana Santa con más fervor. Entre sus tradiciones, destaca la de Viernes Santo, cuando la ciudad entera permanece despierta durante toda la madrugada para recibir a las figuras más solemnes. La procesión de El Gran Poder es la más aplaudida, con cerca de 2.500 nazarenos caminando por las calles de Sevilla.
La oscuridad de la noche y cómo se vuelcan los sevillanos con este paso hacen que La Madrugá sea uno de los momentos y tradiciones más destacados.
La Tamborilada de Hellín
Quien crea que la Semana Santa es solo sinónimo de recogimiento está muy equivocado. El Miércoles Santo sale de Hellín una procesión en la que participan niños y adultos y que se ha convertido en toda una tradición en Castilla La Mancha. ¿En que consiste? Más de 20.000 tambores invaden las calles del pueblo, resonando a la vez y formando una Tamborilada que ya se ha convertido en todo un reclamo turístico castellanomanchega.
Para quien se lo haya perdido, el Jueves Santo por la noche también repican los tambores en el casco histórico del municipio, llegando al culmen de la Semana Santa de Hellín, aunque esta es una procesión más enfocada a los adultos.
Los Legionarios de Málaga
Quien haya vivido una de las procesiones de los legionarios de Málaga ya sabrá que es una de las tradiciones más bonitas. En el puerto de la ciudad desembarcan los legionarios quienes, por un día, hacen de costaleros del Cristo de la Buena Muerte.
El momento más bonito y de mayor tradición de la Semana Santa malagueña llega cuando estos cantan El novio de la muerte, momento tras el cual el público rompe en aplausos y lágrimas. Esta procesión recibe visitantes de todos los puntos de España, gracias a la gran fama (merecida) que ha alcanzado.
El agua de Valencia
Quien decida vivir la Semana Santa en Valencia se encontrará con una de las tradiciones más curiosas que existen, pero es totalmente normal. Consiste en tirar agua a los peregrinos desde ventanas y balcones, una tradición que llega justificada porque, antiguamente, los cristianos tenían prohibido bañarse en Semana Santa y era la única oportunidad que tenían de recibir agua. Esta tradición se ha mantenido en algunas calles, aunque por desgracia cada vez es menos común.
También se mantiene la conocida como trenca perols, cuando, la noche del sábado al domingo, a las doce en punto, los vecinos lanzan platos y ollas desde las ventanas, para honrar la resurrección de Jesucristo. El único requisito es que sea vajilla vieja.
Gastronomía de Semana Santa
Pero, al margen de que se disfrute de las procesiones o no, hay algo universal que a todos les gusta y que muchos están esperando la Semana Santa solo para esto: la gastronomía típica de Semana Santa.
Las torrijas son las más conocidas universalmente, y se preparan en gran parte de los hogares españoles, gracias a lo fácil que es su receta, pero no es la única comida típica de estas fiestas. Los huesos de Santo, las monas de Pascua o el potaje de garbanzos y espinacas son algunas de las preparaciones que llenan el estómago de los fieles (y los no tan fieles) y que representan una de las tradiciones de Semana Santa que más perduran en el tiempo.