Si algo tienen en común grandes empresas como Apple, Facebook o Google es que tienen sus oficinas centrales en Silicon Valley, un valle situado al oeste del estado de California. Considerado como uno de los centros empresariales más grandes del mundo, cuenta con la presencia de centenares de multinacionales, así como de organizaciones del nivel de la NASA. San José representa el núcleo urbano más grande de la zona.
El origen del nombre se basa en varias historias, aunque una de las más comunes lo relaciona con el silicio, un mineral usado en los transistores, debido a la importante concentración de compañías tecnológicas que hay en la zona. Esta expansión y desarrollo se debe a personajes como William Shockley, quien patentó lo que hoy se conoce como transistor de silicio. En este importante núcleo empresarial aún perviven ciertos mitos que dicen mejorar la productividad de los trabajadores.
Con eso no se juega
Gran parte de estos mitos sobre la productividad están bastante relacionados con el bienestar de la persona en el plano psicológico. Aunque un trabajador tenga la capacidad de rendir correctamente durante sus horas laborales, puede ser que su bienestar no esté pasando por su mejor momento debido a una serie de factores. La alimentación también juega un importante papel dentro de este área.
Y es que uno de esos principales mitos de Silicon Valley consiste precisamente en el ayuno de la dopamina. Al parecer, muchos de los empleados de las oficinas californianas emplean esta práctica, que puede llegar a tener efectos nocivos sobre la salud. La dopamina es un componente vital para las neuronas del cerebro y tanto su ausencia como su sobreestimulación pueden causar graves perjuicios para la persona.
El LSD vuelve
El párkinson es una de las enfermedades más comunes y alarmantes que existen en la actualidad. Su origen se encuentra en la falta o exceso de dopamina, al igual que puede ocurrir en otros trastornos, como la esquizofrenia. Además del ayuno de dopamina, hay otra serie de prácticas que se realizan para mejorar el rendimiento en la jornada laboral y que acaban mermando poco a poco el estado de salud.
Ese estado de salud comienza a empeorar debido a la falta de afectividad o el bloqueo mental que muchos de los trabajadores pueden llegar a padecer. Con el fin de acabar con estos síntomas, se pone en práctica el microdosing (tomar dosis muy bajas) de sustancias psicotrópicas. Una de las más comunes es el LSD, utilizada también por el movimiento hippie en los años 60 para así mejorar la creatividad y expandir su mente.
Exceso de ambición, fatal aliado
Este tipo de sustancias son ilegales a pesar de consumir unas cantidades extremadamente bajas. Otro de los métodos, en este caso legal, que se ha llegado a poner en práctica ha sido el exceso de vitaminas y anabolizantes, así como el ejercicio en grandes cantidades para intentar mejorar su capacidad de resistencia y concentración en los tiempos de trabajo.
Esta práctica puede llegar a ser igual de peligrosa que la de la toma de sustancias como el LSD, ya que el cuerpo puede adoptar una dependencia a estos productos. El consumo excesivo de los mismos puede llegar a derivar en problemas serios para ciertos órganos internos. La búsqueda de la eficiencia máxima, para los trabajadores de Silicon Valley, puede derivar en situaciones de extrema peligrosidad, rozando la tragedia.
El más común
El consumo de otro tipo de sustancias se encuentra directamente relacionado con la situación personal que esté viviendo el trabajador. Estas personas tienden a doparse y autoestimularse porque se encuentran inmersos en situaciones de estrés, ansiedad o incluso depresión. No terminan de ver la luz al final del túnel, dentro de su trabajo, por lo que deciden tomar este camino. Muchos de los empleados que practican el microdosing mejoran en aspectos como el humor.
La cafeína representa otro de los elementos clave en un gran número de trabajos. No solo en Silicon Valley sino en numerosos países donde el consumo de bebidas como el café o refrescos de cola es bastante alto. La cafeína impide la relajación para así poder derivar en cansancio o sueño mientras se desarrolla la jornada laboral. Al igual que la droga, el excesivo consumo de esta droga puede derivar en dependencia.