Se puede sobrevivir 40 días sin comer nada, pero no hay cuerpo que aguante una semana sin beber. Cada persona tiene sus necesidades hídricas, pero se estima que el 75% de la población no llega a una correcta hidratación ni a la cantidad que su cuerpo realmente necesita. Ahora, eso cambia cuando la gente bebe con la intención de adelgazar.
Son muchos los beneficios del agua y de la hidratación. Si bien ayuda a perder peso, algo más que demostrado, cuando alguien se propone adelgazar el hacerse con una botella es de lo primero que debe hacer. Son muchos los argumentos para justificar la eficacia. Pero, ¿realmente adelgaza?
Un estudio lo afirma
Esa misma pregunta se hicieron los investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California, en México, que han publicado sus conclusiones en el último número de la revista Nutrición Hospitalaria. Primero, cogieron más de 3.000 artículos que hablaban sobre este asunto, los sometieron a diferentes criterios de selección y seleccionaron seis trabajos finalistas. Para ello, incluyeron a más de 600 personas obesas de entre 12 y 75 años.
Sus estudios revelaron que beber cantidades de entre 500 a 700 ml de agua antes o después de las comidas ayudaba a adelgazar. Concretamente, supone una pérdida de peso del 5%. Pero los autores apuntan ciertas limitaciones, como que los estudios tenían un periodo de seguimiento corto --unas doce semanas--, que no es suficiente como para respaldar la evidencia de que beberla adelgace.
Detractores de que adelgace
Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), frena en seco cualquier justificación de que realmente adelgace: "La única evidencia que existe es que una correcta hidratación es buena para la función renal y como sustitutivo de otras bebidas, incluidas las acalóricas --refrescos cero o light--, pero de que el agua en sí adelgace no hay ninguna evidencia".
"De aquí a decir que una persona que no toma alcohol ni bebidas azucaradas va a adelgazar por pasar a beber más de dos litros de agua... no hay ninguna certeza", remacha el presidente de la SEEDO, que también descarta la creencia de que tenga poder saciante: "Ese efecto lo causa la fibra, nutrientes, etc, pero el agua en sí no tiene nada para saciar".
Otros estudios lo reafirman
Hay otros científicos que defienden su utilidad para adelgazar, como el de Michael Boschman, que sostiene que beber dos litros diarios aumenta la termogénesis --para calentar el agua de una temperatura ambiental de unos 22 grados a la temperatura del cuerpo de 37 grados--, un proceso que consume al día unas 95 kilocalorías.
Otro grupo norteamericano concede a beberla la cualidad de favorecer la pérdida de peso y, lo más importante, grasa corporal, con independencia de la dieta que lleve la persona, una conclusión cuando menos controvertida que publicó la revista Obesity.