La presentación es fundamental en determinados aspectos de la vida, siendo la gastronomía uno de los más importantes. La manera de emplatar puede llegar a definir el estilo y la personalidad de un chef. Es por eso que en la alta cocina se mima todo lo que salga de los fogones. La calidad de los ingredientes utilizados es otro de los elementos que mejor define esta experiencia sensorial.
Y es que la mayoría de estos cocineros buscan experimentar y sacar el máximo rendimiento a los sabores de una determinada cultura culinaria. Cataluña cuenta con varios establecimientos que, debido a su creatividad y experiencia, han sido condecorados con importantes galardones dentro del mundo de la gastronomía. Lleida es una de las provincias ideales para degustar este formato de alta cocina.
En Lleida también se experimenta
La provincia, ubicada al oeste de la comunidad, posee una gastronomía muy marcada debido a las influencias que emanan de los pueblos y los productos más típicos y tradicionales. Los habitantes leridanos cuentan con una importante oferta gastronómica basada en platos esenciales. Los caracoles a la Llauna o las cristinas de San Blas se han convertido en algunas de las recetas que mejor definen la provincia catalana, más concretamente a ciertas localidades de la misma.
La gran mayoría de los restaurantes y establecimientos de la zona suelen incluir estos platos en sus respectivas cartas. Aunque Lleida también abarca otros ámbitos de la gastronomía, que buscan explorar el sabor de la tierra a través de una cocina cuidadosamente elaborada. Por eso hay una serie de lugares cuya especialidad se basa en la grande cuisine, ofreciendo platos exclusivos a todos sus comensales.
La tradición acompaña a la innovación
Uno de los más conocidos es La Masía, un restaurante cuyo nombre hace referencia al clásico caserío catalán y cuya ubicación se emplaza en un antiguo molino de aceite. Más de 50 años de experiencia avalan este palacio gastronómico dirigido en la actualidad por Modesto Ribes Mesegué y su esposa Dolores Jorge. A pesar de tener una extensa carta, La Masía pone a disposición del cliente diferentes menús.
Estos están pensados para un público infantil, una reunión de empresa o banquetes capaces de congregar a una importante multitud de gente. La cocina tradicional leridana y las innovaciones más punteras se mezclan en platos muy personales, como las bandejas de ibéricos o las verduras. La Masía cuenta con una carta especializada en vinos y cavas y el precio de los menús normales suelen rondar los 20 euros por persona.
También son un clásico en Cataluña
Otra alternativa sin salir de la alta cocina ni abandonar la provincia de Lleida es L’Antiquarit. La modernidad representa uno de los conceptos base de este restaurante especializado en las tapas de autor. Entre su amplia variedad de aperitivos destacan algunos por su gran calidad en la elaboración.
El risotto de setas se ha convertido en una de las especialidades del establecimiento, al igual que los conocidos bolets de Cataluña, que se hacen un hueco dentro de los platos más significativos de la comunidad autónoma. Los caracoles, otro de los productos típicos de Lleida, está presente dentro de la selecta carta.
Al igual que La Masía, L’Antiquarit pone a disposición del cliente una selección especial de cavas y vinos. Los postres, como el sushi de coco, también cobran un especial protagonismo. El restaurante se encuentra emplazado en el Gran Passeig de Ronda.
Mar adentro
Limitada por los Pirineos y otras comunidades, Lleida no disfruta de la presencia del mar en ninguno de sus costados. Ahora bien, el mar puede estar más cerca que nunca gracias a la gastronomía. Su variada oferta de marisquerías proporciona al público la posibilidad de degustar este medio sin necesidad de vislumbrar la costa. Si se le añade la condición de alta cocina, el restaurante Carballeira se convierte en una de las opciones más sugestivas.
Es en la carretera de Zaragoza donde se encuentra este lugar especializado en productos procedentes de Galicia. Las setas vuelven a ser las protagonistas, esta vez con el filete de lenguado. El restaurante cuenta con parking y el precio no desciende de los 50 euros.