Las pesetas dejaron de ser útiles como moneda en 2002 pero aún tienen mucho valor. Algunas de ellas --sobre todo, las más antiguas-- se han llegado a vender hasta por 36.000 euros gracias a los aficionados a la numismática --es decir, los coleccionistas de monedas-- por lo que esta opción puede ser interesante para conseguir algo de dinero en el último año en el que se podrán cambiar pesetas por euros.
Los últimos datos del Banco de España muestran que, a finales de noviembre de 2019, los españolas aún tenían en su haber 1.610 millones de euros en forma de billetes y monedas de peseta. Sin embargo, no todos ellos pueden ser cambiados, lo que aumenta aún más el atractivo de la venta de monedas antiguas.
Pesetas que valen miles de euros
Una de las que mayor valor refleja es la moneda de cinco pesetas de 1949, según los datos de la web especializada Thelemonapp. La versión de prueba (no llegó a circular) de la joya de la corona de la numismática salió a subasta por un precio de 30.000 euros y acabó siendo comprada por 36.000 euros. Las monedas acuñadas durante los años cuarenta han demostrado ser de un gran valor para los coleccionistas, ya que tres de ellas se encuentran entre las más valoradas.
La única versión de prueba de la moneda de 2,5 pesetas de 1946 que se ha puesto en venta fue adquirida por más de 10.000 euros. Algo más común es encontrar rubias de 1947 en venta, aunque por un precio mucho más bajo. Las primeras monedas de peseta acuñadas con el perfil de Franco se han vendido por precios que oscilan entre los 200 y los 1.400 euros.
50 pesetas por 10.000 euros
La moneda de 50 pesetas de 1957 se ha llegado a poner a adquirirse por 10.000 euros. Eso sí, para conseguir un valor tan alto debe ser una de las versiones de prueba. Las monedas de este tipo que entraron en circulación se han vendido sobre los 700 euros.
Un precio similar tiene la de 2,5 pesetas acuñada en 1953, aunque puede oscilar hasta los casi 2.000 euros. Esto es así porque son realmente difíciles de encontrar, por lo que los coleccionistas se pirran por ellas.