Dejar de fumar, aprender inglés, ir al gimnasio… Año tras año, se repiten los mismos propósitos de Año Nuevo y, año tras año se siguen incumpliendo. Tal vez el problema no está en uno mismo, si no en el enfoque que se les da. Quienes estén cansados de esta larga lista de propósitos de Año Nuevo sin cumplir, pueden encontrar otras opciones mucho más originales, y con verdaderos efectos positivos en su vida.

Al final, el objetivo de estos propósitos es mejorarse a uno mismo y a su propia vida y para ello, al margen de cualquier consejo que se pueda dar, es analizar la propia vida y detectar necesidades. ¿Qué falta? ¿Qué sobra? ¿Cómo podría ser mejor? Una vez analizado esto, se deben buscar acciones que interesen a la persona, que despierten motivación, para acercarse, de una manera sencilla, al objetivo, y reducir la posible tasa de abandono.

Descubrir nuevos espacios naturales

Cuando se busca adelgazar o hacer más ejercicio físico, el propósito de Año Nuevo suele ser apuntarse al gimnasio o comprar una cinta de correr para casa. Ambos suelen convertirse en actividades monótonas en las que la fuerza de voluntad flaquea cuando precisamente a esa persona no le gusta el ejercicio.

Una forma de ser más activo, moverse más, tener mejor forma física y adelgazar es enfocarlo a actividades al aire libre. Ponerse el propósito de descubrir nuevos espacios naturales, al menos una vez a la semana, es una buena manera de tener un plan saludable para el fin de semana, desarrollar los sentidos, mejorar la forma física y, además, es algo que se puede hacer en compañía o en solitario.

Agenda digital 2020 / Gerd Altmann EN PIXABAY

Planes en solitario

Hablando de planes en solitario, esto es algo que se suele olvidar con frecuencia o incluso que todavía genera cierta “vergüenza” social. Ir solo al cine, a cenar o un espectáculo teatral todavía, en algunos sitios, está mal visto. Incluso rechazar un plan en sociedad para quedarse en casa haciendo algo que de verdad le guste a la persona se suele asociar con alguien ermitaño o “rarito”.

Es muy importante aprender a dedicarse tiempo a uno mismo, los beneficios a nivel psicológico son impresionantes y, además, ayuda a tener una vida más feliz, más plena y con un mejor autoconocimiento, lo que a su vez lleva a mejorar las relaciones con los demás y la propia autoestima. Un buen propósito de Año Nuevo sería dedicar al menos una tarde a la semana a uno de estos planes con uno mismo.

Escribir un diario

Un regalo muy frecuente para un niño es un diario. Cuando se llega a la edad adulta, muy pocas personas continúan con él. Un diario es una excelente herramienta para conocerse mejor, saber lo que se desea, agradecer a la vida y desahogarse de las preocupaciones diarias. Volcar todo esto sobre un papel es una terapia maravillosa.

Para llevarlo a cabo como propósito de Año Nuevo y no abandonar, se puede poner el objetivo de escribir tan solo tres líneas al día. Siendo realistas, es difícil encontrar tiempo dentro de la rutina, incluso cuando se está fuera de casa de vacaciones. Así, el diario se puede convertir en una mini libreta, donde con tan solo unas líneas la persona sea capaz de sintetizar y expresar lo que siente.

Inventar recetas rápidas

Transformar el propósito “aprender a cocinar bien” por “inventar recetas rápidas” es una forma de reconciliarse con la cocina, comer mejor y ser más organizado. Hoy en día, Internet es una fuente inmensa de conocimiento y hay muchas recetas rápidas, muchas ideas sin cocinado como tal y que pueden solucionar el menú diario.

Si se consiguen elaborar recetas en apenas diez o quince minutos, sin elaboraciones complicadas, se comenzará a coger más gusto por la cocina, se comerá mejor y sin recurrir a los insanos ultraprocesados y preparados de comida rápida y servirá para organizar mejor la cocina, la lista de la compra y, por lo tanto, la rutina y la gestión del hogar. Este es uno de los propósitos de Año Nuevo más fáciles de llevar a cabo y con mejor impacto en la vida de las personas.