Así es como lucha Girona contra el desperdicio de alimentos
La provincia catalana ha adoptado una serie de prevenciones para acabar de una vez por todas con el derroche de comida
19 noviembre, 2019 20:59Girona representa una de las provincias con más concentración de turismo de todo el país. Gracias a la Costa Brava, centro neurálgico de vacaciones, millones de visitantes visitan establecimientos, playas o edificios culturales de los pueblos que la conforman. Lloret de Mar o Castell-Platja d’Aro son dos de los núcleos urbanos más escogidos por los turistas a la hora de buscar sol y playa. Estos factores se unen a una variada oferta gastronómica.
Y es que la provincia cuenta con una serie de restaurantes que se encuentran a la cabeza como principal destino a la hora de degustar los platos de la tierra típicos. Girona también posee varias regiones vitivinícolas como la de Empordá. Esta distinguida calidad en vinos y comida contrasta con la importante cantidad de alimentos que se desperdician todos los días. Esta lacra no es exclusiva de la provincia sino que se extiende a un ámbito regional y nacional.
Perjudicial en todos los sentidos
España es uno de los países que más alimentos desecha de todo el continente. El pan y los huevos son dos de los productos que más se malgastan llegando a superar hasta los millones de kilos anuales. Estas acciones no solo suponen un mal en el terreno gastronómico. El desperdicio de la comida representa uno de los principales elementos nocivos para el planeta. Cuanta más alta es la cantidad mayor número de gases de efecto invernadero se emiten a la atmósfera.
El despilfarro de comida contribuye a la aparición del cambio climático. El perjudicial fenómeno ya está empezando a dejar las primeras huellas de lo que podría ser una catástrofe mundial si el proceso no se detiene a tiempo. El deshielo de los polos y el aumento considerable de temperatura son una clara prueba de que algo va mal. El pasado mes de marzo la Generalitat lanzó una medida para detener el derroche de comida y concienciar a la población de la amenaza que representa.
Restaurantes y bares se suman
La ley aprobada consistía en que todos los establecimientos de la comunidad autónoma deberían de disponer de envases de plástico para poder almacenar la comida sobrante de los platos solicitados por los comensales. Esta práctica ha terminado por convertirse en un servicio más del restaurante que ya pregunta a los clientes si les preparan la comida restante para llevar a casa. Llenar los tuppers de comida, por parte del negocio, debe ser una prestación gratuita.
Una vez servida la comida en el recipiente el restaurante no es responsable de lo que suceda con la comida. Esta medida puede hacer referencia a cualquier tipo de intoxicación o posterior desperdicio por parte de los clientes en su propia casa. Por parte del cliente representa un factor de comodidad. El poder llevarse la comida al hogar le permite poder disfrutar de un plato sin necesidad de encender los fogones para cocinar.
Las casas, el foco principal
Aunque estas leyes suponen un pequeño avance, dentro del grave problema, la cantidad de comida desperdiciada sigue alcanzando cotas muy altas. Esto en gran parte se debe a que la mayor parte de cuantía de alimentos se derrochan dentro del seno de los hogares catalanes. Las cifras de alimentos en buen estado desechados superan las más de 250.000 toneladas en la tierra de la sardana, lo que equivaldría a unos 35kg por cada ciudadano catalán.
Dentro de Girona ya hay más de 20 establecimientos que se han unido a una iniciativa para frenar la pérdida de comida en buen estado. #LaComidaNoSeTira ha sido el hasthag impulsado por Too Good To Go una compañía implicada en acabar con el desperdicio de alimentos. Can Prats, una frutería local, o la cafetería Buttercup representan esa serie de negocios que se han unido a la aplicación para intentar poner fin al problema.
Actitud y concienciación
A pesar del impacto medioambiental generado, tirar alimentos a la basura también repercute en el bolsillo de los catalanes, y en general de toda España que se sitúa como el séptimo país de la Unión Europea que más alimento desperdicia.
Tener en cuenta la temperatura de refrigeración de las neveras o realizar una lista de la compra que se ajuste, realmente, a las necesidades de consumición de la familia son algunos de los tips a tener en cuenta por parte de las familias.