Los teléfonos móviles se han convertido en una extensión más del ser humano. Muchas personas llegan, incluso, a dormir con estos aparatos junto a la cabeza o bajo la almohada y ya han sido varios los casos de defunciones que se han conocido por un error en los terminales móviles.
Hace unos meses, una joven de 14 años murió después de que su teléfono explotara después de pasar varias horas cargándose. A principios de noviembre, otra chica también menor de edad --17 años-- falleció al electrocutarse con su terminal mientras se encontraba enchufado a la red y poco antes, otro joven --este de 18 años-- perdía la vida por el mismo motivo: se quedó dormido con el móvil en el pecho y el aparato tuvo un cortocircuito. Estos son solo tres ejemplos de lo importante que es tener la mayor de las precauciones con estos dispositivos.
Sobrecalentamiento
Uno de los problemas más comunes relacionados con la batería de los teléfonos móviles es el sobrecalentamiento del terminal o de su cargador. A pesar de ser un hecho bastante usual, puede llegar a ser peligroso si la temperatura del aparato sube demasiado y se debe evitar en la medida de lo posible.
El calentamiento está relacionado con la forma en la que el móvil se abastece de energía para poder funcionar. En el trasvase de energía eléctrica a la batería parte de ella "se pierde" y se convierte en calor. En un principio, los terminales y sus componentes están preparados para ello. Sin embargo, si los aparatos están excesivamente calientes puede ser el síntoma de un mal funcionamiento, con el peligro que ello conlleva. Se recomienda, pues, utilizar siempre el cargador creado por el fabricante del teléfono o, si funciona de manera indebida, uno con la misma potencia para evitar situaciones de riesgo.
Desgaste de la batería
Otro de los componentes de los móviles que más deterioro suelen tener son sus baterías. El uso excesivo o indebido del terminal se refleja, en ocasiones, en problemas con esta parte que llega, incluso, a hincharse. Ello puede ser consecuencia del sobrecalentamiento o, también, como contrapartida a la utilización de demasiados recursos del teléfono durante demasiado tiempo. Es decir, por tener varias apps de alto consumo de energía en uso continuo y por utilizarlo mientras está en el proceso de carga.
Los causantes de que las baterías se hinchen son los productos químicos que las componen y su solución pasa por cambiar este componente. En los terminales antiguos era algo sencillo, ya que las baterías eran extraíbles por el propio usuario, pero conforme los terminales se han ido haciendo más sofisticados se ha ido eliminando esta opción.
No manipular el móvil en casa
Ante este tipo de problema, la mejor opción es dejar los terminales en manos de expertos en reparación y nunca manipular el teléfono ni sus componentes de forma autónoma, en casa. Si no se sabe lo que se hace podría empeorar el problema y el usuario acabaría sufriendo las consecuencias.
Además de todo ello, conviene no sobresaturar el aparato evitando utilizar más recursos de los necesarios. También es recomendable que la carga se reserve a los momentos en los que se encuentre totalmente descargado y desenchufarlo cuando la batería haya recuperado el 100% de energía.