Las lavadoras, otro gran foco de bacterias
Estos microorganismos se esconden y se hacen resistentes a los antibióticos en las máquinas de lavar la ropa, según un estudio
17 octubre, 2019 13:41Las bacterias viven a sus anchas en el mundo. Las hay en todas partes. En la tapa del retrete, en el teléfono móvil, en el cepillo de dientes, en el manillar de la bici, en los pomos de las puertas, en los botones del ascensor, en el secador de manos, en las tablas de cortar alimentos, en estropajos… y en las lavadoras.
Parece que no puede ser, ¿verdad? Pues un estudio las ha descubierto en las máquinas de lavar la ropa, donde no solo se esconden, sino que se hacen fuertes a los antibióticos. Los microorganismos van un paso por delante. ¡Ay!, si los inventores de la primera lavadora automática, la Crolls (Cañadell, Ruano, Lozano, Llevat y Solé), originaria de Reus, levantasen la cabeza.
Lavado a temperaturas bajas
El equipo de Ricarda Schmithausen, del Instituto para la Higiene y la Salud Pública en el Hospital Universitario Bonn (Alemania), han descubierto que las lavadoras son un foco notable de bacterias. ¡Y eso que sirve para lavar (como su propio nombre indica, por otra parte)! Lo explican en la revista Applied & Environmental Microbiology, donde se refieren a un caso raro –y único conocido– en e que se relacionó una lavadora con el contagio de bacterias resistentes a los antibióticos a los recién nacidos de un hospital alemán.
De hecho, sostienen, las lavadoras están diseñadas para eliminar suciedad y olores, pero no para esterilizar la ropa. El uso de temperaturas de agua bajas, de hecho, recude la probabilidad de matar a los bichitos que pudiesen encontrarse en las prendas de vestir y que podrían afectar a personas muy sensibles. Con todo, la mayoría de estas bacterias no son dañinas, y nos acompañan en el día a día, pero los recién nacidos son muy vulnerables. En el caso mencionado, los bebés estaban llenos de Klebsiella oxytoca, que puede causar graves neumonías e infecciones urinarias y en heridas, aunque no les pasó nada. ¡Vaya susto!
El sello de goma y el compartimento de detergente
En un primer momento, los médicos pensaron que la bacteria procedía de los trabajadores del hospital, o que las mamás la habían pasado a sus hijos, pero no. Las incubadoras tampoco eran el foco del contagio. La lupa llevó hasta una lavadora particular y, en concreto, su sello de goma de la puerta y el compartimento de detergente. Dos en uno. De hecho, las máquinas de lavar ropa en los hospitales tienen que ser especiales, pero este era un caso particular. El electrodoméstico se encontraba fuera del centro sanitario y se utilizaba solo para lavar la ropa de las madres y los gorros y calcetines de los recién nacidos. Dejaron de usarla. Muerto el perro, se acabó la rabia.
A modo de recomendación, los investigadores sugieren un especial cuidado en el uso de lavadoras cuando se empleen para lavar la ropa de personas susceptibles a infecciones, como ancianos, polimedicados y pacientes con sistemas inmunes debilitados por enfermedades crónicas. En esos casos, aconsejan utilizar temperaturas más elevadas.