¿Quieres cambiar de trabajo? ¡Esto te interesa!

Cambiar de trabajo siempre es complicado. Ya sea por falta de motivación, falta de retos o por la posibilidad de encontrar un empleo más acorde a lo que realmente se busca, la movilidad laboral está a la orden del día.

Sin embargo, no siempre es fácil dejar un puesto de trabajo, más aún, si se lleva muchos años trabajando en él y, sobre todo, en los tiempos que corren. Por eso, conviene leer alguno de los consejos de especialistas en recursos humanos para que hacer que esa transición sea lo más sana y positiva posible.

Valorar el riesgo

Si cada lunes por la mañana uno empieza a sentirte menos motivado, puede ser difícil decidir si es el momento de actuar y empezar a buscar nuevos retos profesionales. Lo importante, según los recruiters de Hays, es valorar algunos aspectos para tomar la decisión conscientemente y no de manera impulsiva.

Desde las consultoras de recursos humanos, proponen basar la decisión en varios aspectos. Por un lado está el reto asociado a un cambio laboral, que sirve para romper con la rutina de años atrapado en el mismo empleo. Además, hay que valorar la posibilidad de trabajar con un equipo y unos objetivos más estimulantes. Por último, se debe tener en cuenta las posibilidades de promoción, así como la recompensa que supone un nuevo salario.

Cuestión de dinero

Conocer el mercado laboral, sobre todo del sector en el que se mueve el empleado, es vital para poder negociar un salario mejor. Y es que una de las opciones, menos drástica, que la de cambiar de trabajo es tratar de mejorar el salario del puesto actual si se siente que no se está reconociendo económicamente la contribución que se realiza a la empresa.

En este sentido, existen varios puntos a considerar para que la brecha entre las expectativas de salario entre empleado y empleador sean mínimas. Así, la justificación y la negociación serán claves para lograr el objetivo.

¿Cómo negociar un aumento?

Lo principal, tanto si se acerca una próxima revisión salarial, o si se ha concertado una reunión de urgencia con el superior, es preparar una lista de logros recientes que superen los objetivos marcados para el puesto. Otra gran idea es la de establecer cuáles son las labores que el empleado realiza y que son más beneficiosas para la compañía.

Mujer contenta tras cambiar de trabajo / UNSPLASH

Esto permite demostrar que se está aportando valor a la empresa, que al final es lo que puede justificar una subida de salario a ojos del jefe. Aunque siempre conviene ser realista, teniendo en cuenta cómo está el mercado (y en especial el sector) en ese momento determinado. En caso de que la empresa no pueda revisar el salario en ese momento, se puede tomar la decisión de seguir o bien buscar otro empleo.

Tomar la decisión

Antes de tomar la decisión de dejar un empleo, deben tenerse en cuenta los pros y los contras del puesto actual y el nuevo. En ocasiones, es más fácil hablar con los superiores para negociar un ascenso o un cambio de responsabilidades que puedan permitir al empleado seguir creciendo.

En este sentido, también conviene evitar presiones externas, de familiares, amigos o los propios compañeros de trabajo. En ocasiones, es mejor emprender un camino en solitario y ser más feliz que quedarse pensando en lo que pudo ser.

Cómo renunciar correctamente

Si, finalmente, los pros han superado a los contras, toca pasar por el siempre complicado trago de la renuncia. Afrontar esta situación como una más del trabajo y llevarla de manera positiva es clave para establecer relaciones laborales que podrían ser fructíferas en el futuro.

Y es que la formar de gestionar la dimisión puede afectar a la carrera. Hacerlo de la manera correcta asegurará una buena carrera a largo plazo, dado que las referencias son muy importantes y valoradas en muchos sectores