¿Cuál puede ser el resultado de fusionar gastronomía con misterio? La respuesta a esta pregunta es La Sobremesa de Frangelico, una experiencia inmersiva entre plato y plato para los comensales con la intriga como ingrediente principal. Una metáfora muy fácil pero efectiva para definir la aventura que llega a Barcelona el próximo 28 de septiembre.
Al hilo de las salas de escape room que tan de moda se han puesto en los últimos años y que han servido para renovar los planes de ocio en familia o con amigos, surge esta idea de combinar una experiencia gastronómica con otra que bien podría denominarse detectivesca. Porque aquellos que se atrevan con La Sobremesa de Frangelico, además de comer, deberán resolver un crimen.
Plato y pista
Los comensales que se sienten a la mesa del restaurante barcelonés de Santamasa, situado en la ronda de Sant Antoni, deberán saber interpretar las pistas que llegarán a su mesa con los platos para que, llegado el postre, tengan la solución al enigma planteado. Una manera diferente de vivir una tarde de fin de semana y, en especial, de ese tiempo indefinido que va después de las comidas con amigos o familiares.
“Apúntate a vivir una comida llena de intriga resolviendo un caso de misterio inspirado en las aventuras del detective más icónico. ¿Serás capaz de encontrar todas las pistas antes del postre? ¡Te retamos!”, este es el reclamo que emplean los organizadores de La Sobremesa de Frangelico para atraer a todos aquellos que disfruten tanto de la comida como del misterio.
Para compartir
Aunque la información sobre el enigma permanezca oculta hasta el mismo momento de empezar a comer, el menú completo de la jornada de misterio y entretenimiento de Barcelona preparado por Santamasa ya está cerrado.
Aquellos que quieran probar esta experiencia exclusiva e inmersiva de ocio gastronómico degustarán un menú compartido que incluye manjares tan tradicionales como el jamón ibérico y el pan con tomate junto a recetas internacionales como son las quesadillas de carne, el hummus o la pizza. Todo ello regado con una copa de Frangelico o Ginger Ale.