El calor de verano requiere de mucha hidratación, con lo que las bebidas refrescantes son una manera típica de combatir ese calor sofocante. Eso sí, hay que tener en cuenta qué tipo de líquidos tomamos dada la gran cantidad de calorías que acumulan muchos de ellos.
Algunas de esas bebidas contienen demasiadas calorías y la OCU advierte que muchas de ellas hay que consumirlas con mesura, sobre todo por la gran cantidad de azúcares que contienen. Según la organización, que recoge La Vanguardia, las más más preocupantes son:
Horchatas y cafés
La bebida insigne de la gastronomía valenciana elaborada con chufas maceradas y mezcladas con agua y azúcar es muy apetecible, pero cuenta con 231 calorías por 330 mililitos. Además, es rica en almidón y en ácido linoléico, tiene un 2,4% de grasas y un 12% de glúcidos, lo que supone un alto aporte nutricional.
Pese a sus aparentes presentaciones saludables, los granizados solo son vasos de agua azucarada. Contienen un total de 150 kilocalorías por cada 250 mililitros y, aunque son refrescantes y están disponibles en varios sabores, cuentan con una cantidad muy baja de las frutas que dicen representar.
Café frío y refrescos
En cuanto al los cafés, podemos pasar del típico con hielo a los que van preparados por los supermercados, pero debemos saber que estos cuentan con 169 kilocalorías por envase. Además del precio, las calorías de estas bebidas de café pueden variar en función del tipo de leche o la cantidad de azúcar añadido.
También contienen cafeína algunos refrescos con gas o sin gas. Estos nunca pueden sustituir al agua, ya que la mayoría supone un aporte extra de azúcar si los consumimos en exceso. Por cada lata (330 mililitros), consumimos 132 calorías. Los de cola son los más populares y controlan el 52% del mercado.
Tinto de verano y cerveza
Vino tinto rebajado con gaseosa es una combinación dulce, refrescante y con burbujas, pero con tanto alcohol como una cualquier cerveza. Por cada 330 mililitros que se tomen de esta bebida típica de la estación calurosa, la persona estará consumiendo un total de 125 calorías.
En cuanto a la cerveza, es el resultado de fermentar uno o varios cereales (a menudo cebada) y aromatizar con lúpulo, contiene 88 kilocalorías por cada 250 mililitros. Lleva en torno a un 5% de alcohol, menos que el vino, pero bastan dos cañas para dar positivo en un control. Incluso las cervezas “sin” llevan entre un 0,4% y un 1% de alcohol. Solo las que se venden como “0,0” carecen completamente de alcohol.
Zumos y bebidas de té
No es lo mismo uno recién exprimido (con todas las vitaminas y minerales de la fruta) que un zumo concentrado o un néctar con un porcentaje de azúcar (mínimo del 50%) al que se añade azúcar y puede llegar a contener 13 calorías por cada 250 mililitros. Tampoco es igual comer una fruta que beberse su zumo, ya que la fibra se pierde durante el exprimido.
Las bebidas refrescantes con extracto de té también están en el punto de mira. La presencia de aditivos como colorantes o la de aromas tiene como única función suplir la falta de té. El contenido en cafeína de estas bebidas de té es, de media, la mitad de la que podamos encontrar en una bebida de cola; y 10 veces menos que en una infusión de té. Además, cuenta con 94 calorías por cada lata que consumamos.